Interior compra gas lacrimógeno a la familia de un exdiputado del PP a pesar de que no se usa

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Interior compra gas lacrimógeno a la familia de un exdiputado del PP a pesar de que no se usa

Agentes de la Guardia Civil

El Departamento que dirige Fernández Díaz se gasta 1,3 millones en llenar el polvorín de la Guardia Civil de un material antidisturbios que no se utiliza desde 2013. En el repaso digital de hoy destaca especialmente una información que tiene como protagonista al Ministerio de Interior, ya que eldiario.es desvela que el Departamento que dirige Jorge Fernández Díaz ha comprado gas lacrimógeno para la Guardia Civil por valor de 1,3 millones a una empresa de la familia de un ex diputado del PP, una noticia que ya de por sí ‘chirria’ un poco, pero a la que hay que añadir otro jugoso dato: dicho gas no se usa desde 2013.

Por eso, no es de extrañar que el medio que dirige Ignacio Escolar ironice con el hecho de que el Gobierno deje “el polvorín de la Guardia Civil a rebosar de botes de gas lacrimógeno a pesar de que no se ha lanzado uno solo en 12 años”.

Asegura dicho diario que “el pasado 11 de diciembre quedó formalizada la adquisición de 54.000 unidades de este material antidisturbios a la empresa Falken por valor de 1,3 millones de euros”, aclarando que “Falken, habitual suministrador del Ministerio del Interior, es la empresa de la familia de Ismael Bardisa Jordá, exdiputado del Partido Popular y candidato que cerraba la lista con la que Cristina Cifuentes concurrió a las últimas elecciones autonómicas”.

Recuerda que “el gas lacrimógeno es un material antidisturbios que no se utiliza desde 2003, con motivo de las protestas contra la guerra de Irak” haciendo notar dicho dato “fue ofrecido por el Ministerio del Interior cuando desmintió que botes de ese tipo hubieran sido utilizados en los altercados de marzo de 2014, al término de las Marchas de la Dignidad”.

Hace notar que a pesar de que no se usa “este Gobierno adquirió en 2013 una partida de 36.050 botes para ese año y los dos siguientes con destino a la Guardia Civil” por lo que “solo la caducidad de los botes de gas lacrimógeno ha podido, por tanto, vaciar las reservas de las unidades a las que va destinado. Haciendo notar que ese no sería el caso, atendiendo “al pliego de condiciones del concurso, la Subidrección General de Apoyo de la Guardia Civil” en el que, según zeldiario.es se “asegura que los botes se hacen inútiles a los cinco años”.

Informa este medio online que “la adjudicación a Falken fue publicada este lunes en el Boletín Oficial del Estado (BOE). A los 1,3 millones para botes de gas lacrimógeno hay que sumar otros 508.200 euros para 21.000 “artificios fumígenos” o botes de humo. En total, 1.815.000 euros de contrato de despedida de la legislatura para la empresa de los Bardisa Jordá. El anuncio de licitación tiene fecha de 1 de agosto y el de formalización del contrato es del 11 de diciembre, nueve días antes de las elecciones generales”.

Además, compara “los 18.000 botes de gas lacrimógeno de los que dispondrá la Guardia Civil cada ejercicio, hasta 2018,” con la “compra de 2.000 unidades que Interior viene adquiriendo cada año para la Policía Nacional”.

Y añade que Incluso para la Guardia Civil, la última adquisición supone un incremento respecto de los tres ejercicios anteriores -de 2013 a 2015- para los que se compraron 36.050 botes. “Y eso que el Ministerio del Interior admite un gran descenso en el número de altercados relacionados con las manifestaciones, protestas que ya de por sí se han reducido notablemente”.

El último dato que facilita dicho digital es que “este último concurso ganado por Falken ha discurrido por tramitación ordinaria y procedimiento abierto. Como suele ocurrir cada vez que el Ministerio del Interior lanza este tipo de ofertas, Falken no ha tenido competidor. Conocedor de esta ausencia de concurrencia, los Bardisa Jordá presentaron una oferta por la cantidad máxima recogida en el pliego del Ministerio del Interior”.

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