La familia accionista de control de los laboratorios farmacéuticos han culminado este martes la reestructuración de sus carteras de inversión anunciada hace dos meses.
El relevo generacional se ha consumado en Laboratorios Rovi. Al menos en lo que a presencia inversora se refiere. La antigua instrumental de la familia López-Belmonte, Clidia, desaparece para repartir posiciones entre cada uno de los vástagos de la saga inversora. La cotizada reacciona al movimiento con alzas de cerca del 2% en Bolsa.
A pesar de esta distribución, los López-Belmonte Encina siguen ejerciendo el control accionarial sobre la compañía, solo que ahora cada uno de los miembros de la familia dispone de forma más directa de su participación proporcional. El movimiento, que tal y como se anunció en octubre, no tiene impacto para el patrimonio de Rovi, pretende facilitar un “ordenado relevo generacional” desde el cabeza de la familia y presidente de la compañía, hacia sus hijos Juan, Iván y Javier, consejero delegado y vicepresidentes primero y segundo, respectivamente.
En su conjunto, los miembros de esta saga controlan un 69,64%% del capital social de Rovi. La escisión de Clidia ya había recibido el visto bueno de los acreedores de la sociedad así como del resto de accionistas, según lo aprobado en la junta general celebrada el pasado mes de noviembre. Así, los inversores celebran este martes el mero hecho de que el proceso anunciado hace tiempo haya llegado a su término.
Las acciones de Rovi han alcanzado en los cruces más alcista de este martes los 14,00 euros, una cota que no fue capaz de salvar del cierre del pasado viernes. En lo que va de año, su gráfica de cotización se dispara un 40%, desde los 10,30 euros a los que arrancó este ejercicio la farmacéutica fundada en Madrid.