Una asociación de guardias civiles denuncian la “cara oculta” del cuerpo

Guadia civil

Una asociación de guardias civiles denuncian la “cara oculta” del cuerpo

Guardias civiles

La AUGC impulsa una campaña en las redes sociales para protestar contra unas condiciones laborales “más propias de un Estado dictatorial y represivo que de una democracia”. “La cara oculta de la Guardia Civil”. Así reza la campaña que la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha impulsado en las redes sociales para destaca que la institución mejor valorada por los ciudadanos, según el último barómetro del CIS, “también tiene un lado oscuro que debe conocerse”. Y es que, goza de unas condiciones laborales “más propias de un Estado dictatorial y represivo que de una democracia”.

En un artículo en su web, esta asociación denuncia que “la carencia de medios básicos para la seguridad de los guardias civiles, que deben realizar su trabajo sin chalecos antibalas, en vehículos con más de 400.000 kilómetros y en instalaciones en un estado lamentable”.

Asimismo, según la AUGC, a esto hay que añadir que los miembros de la Benemérita “son los policías peor pagados en España” y el cuerpo que “menos opositores recibe”, sin olvidar que es el que cuenta con menos mujeres y el que presenta “el mayor índice de suicidios (447 desde 1982, uno cada 26 días)”.

Todo esto, critica el colectivo de guardias civiles, repercute en la propia la calidad del servicio, ya que “la falta de personal provoca el cierre de cuarteles, o que estos queden reducidos a meros edificios fantasma con una bandera ondeando”. “Sin embargo, los férreos mecanismos de control que posee el generalato y los políticos que se pliegan a su poder de presión hacen que esta precariedad resulte casi imperceptible desde el exterior, que permanezca oculta a una sociedad que ignora que esos guardias civiles que velan por su seguridad son, en realidad, ciudadanos de segunda”, asegura la AUGC en la mencionada nota.

El “ambiente desestructurado” en el que realizan su labor los agentes de la Benemérita se debe a la “desconexión existente entre los miembros de quienes configuran los más altos puestos y el resto de las escalas, donde impera el ordeno y mando, tomándose cualquier iniciativa por parte del agente como una desobediencia que ha de ser desterrada”.

La asociación también señala que la aplicación del Código Penal Militar puede llevar a la cárcel a un agente “por una simple discusión con su jefe”. Y es que, “esta sociedad no necesita guardias civiles desfilando, sino guardias civiles realizando su función policial, con formación y material adecuado”.

La AUGC reitera que con esta iniciativa busca “concienciar a la sociedad del necesario cambio que ha de producirse en un Cuerpo de seguridad militarizado que ejerce funciones de policía hacia el exterior, pero que convive con férrea disciplina militar en su interior”.

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