La primera película en la que los diminutos esbirros amarillos toman el timón está arrasando. Adorables, torpes, entrañables, alocados, divertidos… desde que aparecieron por primera vez al lado de Gru, los minions conquistaron la simpatía de niños y mayores gracias a su desparpajo, su expresividad y su particular lenguaje. Tras hacer sombra al protagonista en las dos entregas de las aventuras del villano, se merecían un espacio propio.
Y, como era de esperar, la primera película en la que los diminutos esbirros amarillos toman el timón está arrasando. Acompañados por una gran campaña de marketing, ‘Los Minions’ desembarcaron el fin de semana pasado en la cartelera española plantándoles cara a los incontestables dinosaurios de ‘Jurassic World’. Con 5,4 millones de recaudación, consiguieron dominar la taquilla y anotarse el mejor estreno de animación en nuestros cines en seis años, superando incluso a ‘Frozen’.
En la cinta, conocemos el origen de estos pequeños bichos. Surgieron en la era mesozoica como organismos unicelurares amarillos y evolucionaron a lo largo de millones de años al servicio de malévolos patronos: un gigante dinosaurio, un despreciable tirano del Antiguo Egipto, e incluso Napoleón.
Pero su ineptitud acaba con todos los perversos amos a los que se van uniendo y terminan sumidos en una gran depresión al no tener a nadie a quien ayudar. Un valiente minion, Kevin, decide entonces, a finales de los sesenta, emprender la búsqueda de un nuevo villano junto al desvergonzado Stuart y al tierno Bob. Encuentran a su esperado dueño en la malvada Scarlet Overkill, con la que se trasladan a Londres. Pero el plan no sale del todo bien y tendrán que ingeniárselas para salvar a toda la ‘manada’.
La película está llena de divertidísimos gags cómicos que saben aprovechar todo el potencial de los muñecos amarillos, cuyo máximo punto fuerte es la gran expresividad que permiten sus sencillos rasgos. Tan solo tienen uno o dos grandes ojos y una boca de trazo sencillo que cambia según la emoción, pero los animadores consiguen dotarles de una insólita elocuencia.
Mediante sus gestos y sus expresiones son capaces de comunicar y hacerse entender pese a su extraño idioma, en el que se mezclan vocablos del español, el inglés, el francés, el ruso o el coreano. La simpatía, la forma de expresarse y la torpeza de los minions hace que las situaciones cómicas que se suceden a lo largo de la película sean irresistibles.
Y para enganchar a aquellos que ya abandonaron la infancia hace años, la cinta incluye innumerables guiños a la cultura pop de la época en la que desarrolla (cómo no, ubicándose en tierras británicas, no puede faltar una referencia a los Beatles).
Sin embargo, más allá de estos episodios humorísticos, la trama principal flojea, no cuenta con una historia sólida. Aunque el gran problema del film es que la mayoría de las sorpresas (por no decir todas), esas píldoras humorísticas individuales que constituyen el aspecto más destacado de la producción, ya han sido destripadas en los tráilers y clips publicados previamente para abrir boca. Así, la enorme campaña de promoción realizada por Universal acaba afectando al carácter innovador de la cinta y a su capacidad para impresionar al espectador.
Pero es indudable que el estudio convertirá a ‘Los Minions’ en un éxito de taquilla, y sobre todo, de ‘merchandising’, a escala mundial.
En este sentido, es inevitable compararla con otra película similar que se estrenó hace unos meses en España, ‘La oveja Shaun’. En ambas, los protagonistas comparten la sencillez de su diseño y la importancia de la gestualidad para suplir las palabras (la oveja y sus compañeros de aventuras no hablan). Se construyen además a partir de gags y se desarrollan en gran parte en Londres, incluso hay escenas y referencias prácticamente iguales. Con menos marketing (al menos en nuestro país), la cinta del estudio Aardman gana la partida gracias a su capacidad para sorprender.
‘Los Minions’ es muy divertida gracias a la ternura que despiertan el garbo y la torpeza de los diminutos seres amarillos, ¿quién es capaz de resistirse a estos adorables bichos vestidos con petos vaqueros? Pero quién busque más sorpresas de las que se recogen en el tráiler, puede llevarse una desilusión.