La compañía adquiere una participación mayoritaria el Festival Bonaroo de Manchester, uno de los grandes eventos del circuito ‘indie’. La gran multinacional de los conciertos en directo, Live Nation está a punto de conseguirlo. De convertirse en una suerte de monopolio mundial de los grandes eventos de música en directo, a base de eliminar a sus competidores a golpe de talonario.
Los últimos en caer han sido los responsables del Festival de Bonaroo, una fiesta de la música ‘indie’, famosa por su cartel ecléctico, que se celebra cada año en Manchester. El evento tenía detrás, hasta ahora, a dos promotoras Superfly y AC Entertainment, que en principio se mantienen en el equipo organizador.
Con esta compra, Live Nation posee ya una cartera de 60 grandes festivales que se celebran en distintos países del mundo. Y como suele suceder en esta industria, una de las más opacas que existen los términos financieros de la operación no han sido hechos públicos.
Aunque, algunos expertos aventuran cifras que situarían en casi 200 millones de euros el dinero invertido desde 2013 por Live Nation para animar estos procesos imparables de concentración empresarial en el sector. Una tendencia que, paulatinamente, va dejando al negocio sin promotores independientes.
Live Nation, la ‘major’ de Berverly Hills, adquirió en 2013 el Electric Daisy Carnival, una de las grandes ‘raves’ electrónicas del mundo, y también la empresa C3, organizadora de grandes eventos en EEUU como los festivales Austin City Limits y Lollapalooza.
Para el consejero delegado de Live Nation, Michael Rapino, la compra de Bonaroo es un paso adelante para asegurar un crecimiento sostenido de los ingresos de la compañía. Por eso promete no hacer demasiados cambios en un evento que se había consolidado entre los aficionados tras una trayectoria de 11 años que, hasta ahora, ha sido ejemplar.