Varios miembros de la CUT, así como el líder del SAT, Diego Cañamero, ya anunciaron el pasado diciembre que abandonaban las filas de IU de Andalucía con duras críticas. El divorcio entre la Candidatura Unitaria de Trabajadores (CUT) e Izquierda Unida de Andalucía es absoluto. Si la semana pasada la organización liderada por el alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, decidía abandonar definitivamente IULV-CA, ahora pide el voto para Podemos en las próximas elecciones autonómicas del 22 de marzo.
Así lo ha manifestado en las últimas horas el responsable del área institucional de la CUT, José Antonio Mesa, que sí que ha aclarado en declaraciones a Europa Press que este apoyo es “eventual” y se debe a la presencia de dos de sus miembros, María García y Libertad Benítez, en las listas de Podemos por Sevilla y Cádiz, respectivamente.
Esta decisión, la de pedir a los andaluces el voto por la lista que encabezará Teresa Rodríguez, será todo un espaldarazo para Podemos en la carrera por la Junta en la que esta formación va en tercer lugar, según las últimas encuestas. En concreto, según el Estudio General de Opinión Pública de Andalucía (Egopa) de la Universidad de Granada, los de Pablo Iglesias obtendrían el 14,9% de los votos frente al 35,2% del PSOE y el 29,1% del PP.
La ruptura con IU de Andalucía no ha pillado por sorpresa a muchos, ya que el pasado 28 de diciembre la CUT anunció públicamente que “congelaba” su participación en los órganos de la coalición de izquierdas tras la “antidemocrática” asamblea de balance en la que se aprobó retrasar hasta junio la celebración de un referéndum sobre la continuidad del pacto de gobierno con el PSOE.
A esto hay que sumar que el líder del SAT, Diego Cañamero y destacados dirigentes de la CUT como el exportavoz en la Diputación de Sevilla, Manuel Rodríguez, dijeron ‘adiós’ a IU en protesta por el mencionado acuerdo con los socialistas de Susana Díaz.