La Fiscalía Anticorrupción había solicitado que compareciera como testigo en caso de que su imputación fuera archivada. La infanta Cristina se sentará en el banquillo de los acusados. La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Baleares ha decidido mantener su imputación por dos delitos fiscales, aunque ha archivado la causa que pesaba contra ella por blanqueo de capitales.
Los delitos contra la Hacienda Pública se basan en el papel que ejerció la hermana del Rey Felipe VI en la sociedad Aizoon, de la que es copropietaria al 50% junto a su marido, Iñaki Urdangarin, quien habría utilizado esta empresa para defraudar hasta un total de 337.138 euros en las cuotas del IRPF correspondientes a los años 2007 y 2008, recoge Europa Press.
El duque de Palma habría facturado a través de la misma -como rendimientos de actividades económicas- las retribuciones que cobró de entidades privadas por su condición de consejero asesor. Todo ello con el objetivo de tributar menos en su declaración de la renta, señala EP.
En abril de 2013 la Audiencia dejó sin efecto el encausamiento de la Infanta por los mismos delitos en que habría incurrido su marido, Iñaki Urdangarin, al frente del Instituto Nóos.
La Fiscalía Anticorrupción había solicitado que la duquesa de Palma declarara como testigo, en caso de que se levantara su imputación, y que se le impusiera una fianza de responsabilidad civil de más de 500.000 euros. Según Europa Press, la Infanta debería hacer frente a esta cantidad de forma conjunta y solidaria junto a su marido, Iñaki Urdangarin, por haberse lucrado de parte de los fondos que éste habría defraudado a través de su sociedad inmobiliaria Aizoon -de la que son socios al 50 por ciento-, y que de forma presuntamente irregular se nutrió de más de un millón de euros del entramado Nóos.
El fiscal Pedro Horrach, pese a apuntar a la inexistencia de indicios de criminalidad por parte de la Infanta en esta supuesta trama de desvío de fondos públicos, sí habría obtenido un beneficio o aprovechamiento ilícito de los fondos supuestamente defraudados en el seno del entramado empresarial urdido por su esposo.