Doña Ana Botella tiene un asesor para cada día laborable. Rodo un récord que pagamos a escote entre todos. Ana Botella, ahí donde la tenemos, enseñoreada en su feudo de Cibeles, es la alcaldesa mejor asesorada de España; qué digo de España, ¡del Mundo mundial! Doscientos dieciséis asesores tiene la mujer para que la asesoren y aconsejen en el gobierno municipal de Madrid, que a pesar de eso anda como anda. Si descontamos sábados, domingos y fiestas de guardar, fechas con las que la alcaldesa es muy respetuosa, doña Ana Botella tiene un asesor para cada día laborable.
Todo un récord, ya digo, que pagamos a escote entre todos. Hay – lógicamente – asesores para todo lo habido y por haber. Los que conocen la lista, no muchos porque al parecer es bastante secreta, aseguran que entre los nombres hay abundantes familiares, amigos, miembros del PP, cosa bastante lógica por otra parte. A ver quién es el tondo que se deja asesorar de un enemigo o adversario y además le paga por ello. El Ayuntamiento de Madrid es un paraíso para el gremio asesoril, lo sorprendente es que no cuente un sindicato propio.
Quizás por eso es el Ayuntamiento más endeudado de Europa y no precisamente porque se gaste la pasta en mejorar la limpieza de las calles, ¡qué va! Estos récords, el de más asesores y más deudas, se los ha ganado a pulso creando puestos de trabajo entre los afines y haciendo obras faraónicas y, además, absurdas, como el horrible obelisco de la plaza de Castilla que se mercó el tal Calatrava, que además de incordiar a la vista cuesta un pastón mantener en pie.
Ana Botella no es una alcaldesa estajanovista precisamente y quizás sea porque quienes controlan sus horarios y esfuerzos laborales no saben que tiene que echarle muchas horas a escuchar a sus asesores y a analizar los informes y recomendaciones que le pasan. Aunque también parece que hay asesores municipales cumpliendo su misión en silencio, sin abrir la boca, lo cual quizás sea la mejor manera de asesorar, es decir, viendo, oyendo, callando y cobrando.