La vicepresidenta ha suplantado a Cristóbal Montoro en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Ayer decíamos en esta misma sección que Alberto Ruiz-Gallardón parece estar cayendo en picado desde unas cotas nada desdeñables de popularidad (las alcanzadas durante su estancia en el Ayuntamiento de Madrid). El Gobierno no le sienta bien al justiciero. Hoy traemos el caso contrario: a una tal Soraya Saénz de Santamaría, más conocida como la vicepresidenta del Gobierno.
Resulta que Soraya Sáenz de Santamaría ha suplantado a Cristóbal Montoro, el ministro de Hacienda, y ha explicado este viernes tras el Consejo de Ministros a los medios de comunicación el informe presentado ayer por un comité de expertos sobre la reforma fiscal. Esta labor, como se indica, debía haber recaído en el ministro de Hacienda al ser un tema de su departamento. Pero no.
Mi jefe opina que la lectura del hecho es evidente: Santamaría –definida por varios medios de prestigio internacional como The Economist como la cara visible del Gobierno- tiene cada vez más poder y, en consecuencia, cada vez le gusta mandar más. Por eso ha salido hoy a anunciar un tema importante aunque sin llegar a mojarse (tal y como han explicado a este medio en el Ministerio de Hacienda, el informe se ha presentado pero su texto no ha sido aprobado todavía). Estas cosas de la política.
