François Hollande aprovechó su visita a Washington para zanjar el escándalo del espionaje estadounidense en Europa. «Queremos combatir el terrorismo, pero también queremos alcanzar ciertos principios. Y estamos avanzando en esta cooperación. La confianza mutua ha sido restaurada», declaró el mandatario francés en conferencia de prensa en la Casa Blanca.
El mandatario francés también señaló, según la agencia AFP, que esa confianza «debe estar fundada a la vez en el respeto de cada uno de nuestros países y también en la protección de la vida privada».
El escándalo generado hace meses por las revelaciones del exanalista de inteligencia Edward Snowden afectó de forma directa las relaciones entre EEUU y varios de sus aliados europeos. Barack Obama tuvo que empeñarse personalmente en buscar recomponer el diálogo.
Las denuncias, que en el caso de Francia apuntaban a la interceptación de millones de llamadas telefónicas en ese país por parte de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), agrietó las relaciones franco-estadounidenses, que vivían una mejoría tras la agria ruptura por la guerra de Irak hace una década.