«Lo que nadie ha calculado es cómo entrará Roca, su abogado, ¿acaso piensan meterlo en el interior del maletero y hacerle salir a la señal oportuna?». Dejémonos de quebraderos de cabeza, aquí quienes mejor han bajado una rampa son Norma Duval y Lina Morgan, (ahora recuperándose en el hospital de una neumonía), los demás que lo han intentado han hecho un ridículo espantoso, entre ellos Urdangarin que bajó la rampa mallorquina con menos gracia que un pavo en la pasarela de Milán. Una cosa es descender y otra aprovechar el recorrido para lucir palmito de inocente.
Para evitar comparaciones, y resbalones, la Audiencia de Mallorca ha considerado que la Infanta Cristina haga el recorrido en coche; si lo hacen deprisa y marcha atrás parecerá que están cometiendo un alunizaje en sede judicial. El coche tiene la ventaja de que recorta el tiempo del trayecto y salvo algún accidente al pillarse los dedos con la puerta, lo demás está bastante asegurado para que salga bien. La Infanta ya puede presumir de ser la primera persona de la Casa Real que se sienta en un banquillo acusada. Un título que puede añadir a los muchos que posee, Duquesa de la Real Imputación.
Lo que nadie ha calculado es cómo entrará Roca, su abogado, ¿acaso piensan meterlo en el interior del maletero y hacerle salir a la señal oportuna?, las opciones para hacer de la llegada un espectáculo se multiplican cada vez más. Salvo ese pequeño detalle de cómo descenderá del coche, una imagen que será tomada por diversas cámaras situadas en los balcones de los vecinos, lo demás está bastante controlado. Para evitar sofocos a los manifestantes se les aleja cada vez más, con suerte podrán manifestarse en la isla de Menorca y proferir gritos con megáfonos que nunca serán escuchados.
Los programas de televisión de las mañanas le van a dedicar un atención comparable a cuando el hombre llegó a la Luna, con mesa de comentaristas y todo. Una cosa es que al juez le corresponda escribir la sentencia y otra que las comadres se queden sin poder dar su visión de cómo han visto a la Infanta. Lo de menos es ya la rampa, aquí la apuesta es por el espectáculo. Sólo falta “muchachito feliz” colocándose detrás del vigilante jurado que parece el hermano pequeño del muñeco Michelín. Recordemos cómo fue la salida de la Pantoja de los juzgados de Málaga, pues algo así espera el personal pero me parece que se van a quedar con las ganas porque no va a haber show a pesar de que algunos ya habían comprado sus entradas y la bolsa de pipas.
