Las dificultades económicas de Zinkia ya se han cobrado su primera víctima. El marqués de Floridablanca y presidente de la compañía ha entrado en concurso voluntario de acreedores. La asfixia financiera de Zinkia, la productora responsable del afamado Pocoyó, ya se ha cobrado su primera víctima. El marqués de Floridablanca y presidente de la compañía, José María Castillejo, se ha visto obligado a solicitar el concurso voluntario de acreedores para la sociedad a través de la que sigue controlando un 65% de la cotizada.
A pesar de que Zinkia ha conseguido pagar los intereses de sus obligaciones, la falta de liquidez que atraviesa la compañía ha terminado por contagiarse a Jomaca 98, la compañía a través de la que Castillejo mantiene el poder en la compañía. Sin embargo, su poder podría estar ya limitado, pues su principal socio inversor, el mexicano Miguel Valladares, podría haber reclamado la ejecución de garantías de un préstamo concedido a la productora sobre la participación de su presidente.
A principios de mes, ya con este escenario y el preconcurso de acreedores de Zinkia sobre la mesa, el mismo Castillejo incrementó su peso en la compañía mediante la compra de 1,42% adicional del capital de la productora. Después, la semana pasada, la compañía consiguió que sus bonistas asumieran unas condiciones de cobro de intereses más condescendientes con la compleja situación que atraviesa.
La situación actual es consecuencia de la falta de liquidez que venía arrastrando la cotizada en los últimos meses. Este panorama le terminó suponiendo el fiasco de una frustrada emisión de obligaciones sobre la cual la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) lanzó unas serias advertencias en contra. La ausencia de los capitales que se había prometido captar con estos papeles al 11% de rentabilidad provocó el preconcurso del que ahora lucha por salir.
Si desde el cambio de las condiciones de su primera -y única- emisión de bonos las acciones de Zinkia habían recuperado buena parte del terreno perdido en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), hoy las ventas han vuelto a imponerse. Las dificultades financieras de su máximo accionista y presidente se han traducido en caídas del 3,85% para las acciones de Pocoyó, que han cerrado a un precio unitario de 0,75 euros.