Dos tercios de la ampliación de capital con la que Enrique Bañuelos confirma su apuesta por Amper se quedan sin dueño. El valenciano se queda prácticamente solo en su desembarco inversor. Enrique Bañuelos se queda sin compañeros de viaje para su aventura en Amper. La segunda ampliación de capital con la que el empresario valenciano quería ratificar su apuesta por la tecnológica no ha conseguido atraer más que unos pocos inversores. Dos tercios de la operación se quedan sin cubrir y a los cinco millones por él desembolsados tan sólo se le han sumado 368.423 euros.
En un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la propia Amper ha sido la encargada de anunciar el fiasco de su ampliación de capital. Según las cifras aportadas, tan sólo se han suscrito 3,16 millones de acciones por 5,37 millones de euros. Una cifra que se queda muy lejos, concretamente a un 64,2%, de alcanzar los 15 millones de euros que esperaban.
La escasa atención que ha generado la operación en el mercado queda patente en el hecho de que un 24,51% de las acciones a emitir se cubrió en la fase de suscripción preferente, aquella en la que Bañuelos acudió con todo su poderío financiero. Tanto que mucho antes de que se cerrara este paso, ya desembolsó anticipadamente los cinco millones de euros a los que se había comprometido con el objetivo, según las voces más críticas, de animar a otros accionistas y terceros inversores a acompañarle en sus compras.
En el periodo de asignación adicional, el reservado para accionistas que quisieran suscribir más títulos de los que les correspondería por su participación, tan sólo se han suscrito 995.816 acciones adicionales, un débil 11,29% del total del capital previsto a emitir para sanear las frágiles finanzas de Amper.
Para colmo de males en la tecnológica de defensa que Bañuelos escogió para su vuelta a las finanzas españolas, el mes de octubre que hoy termina cumple el plazo que los bancos acreedores de Amper habían dado a la compañía para no comenzar a reclamar judicialmente sus deudas. Tras sucesivas extensiones de vencimientos conocidas como stand-stills en jerga financiera, hace poco más de un mes se anunciaba que la espera se prorrogaría “automáticamente hasta el 16 de diciembre en el caso de que se cumpla la condición relativa a la entrada de efectivo o desinversión en activos no estratégicos”. La falta de apoyo al desembarco de Bañuelos, que quiso dosificar su entrada en dos operaciones en lugar de en una sola como prometió hace más de un año, ponen ahora en apuros esta cláusula.
Con un volumen en línea con su media anual diaria, Amper ha cerrado sesión este jueves con el mismo precio al que la arrancaba: 1,21 euros por acción. Deutsche Bank, GVC Gaesco, Renta 4 y Mercavalor se colocaban como los gestores más activos en la negociación de la tecnológica, siendo las tres últimas habituales de la negociación intradía.