La ‘guerra del Teatro Real’ ha entrado en una nueva fase, con un director artístico recién nombrado Joan Matabosch, que sólo podrá serlo a tiempo parcial y otro destituido Gerard Mortier, que no admite el despido, aguanta el pulso y dispara lindezas contra Wert y sus hombres del Ministerio.
Según Mortier que ha vuelto a hablar con ‘El País’, el secretario de estado de Cultura, Jose María Lasalle, no sabe lo que es la Opera y no ha ido nunca a verla. El director de orquesta Pedro Halfter sólo tiene un mérito, ser el hijo de Cristóbal Halfter, un hombre poco brillante, pero que resulta completamente indispensable para José Ignacio Wert, porque domina las relaciones públicas y el ministro no tiene amigos en el sector.
Peor parado sale aún Miguel Angel Recio, el director general del INAEM, un tipo que sabe algo de pintura, pero nada de música y que quiere mandar en el Real desde su despacho, como manda ahora, según Mortier, en la Escuela Nacional de Danza.
Y, en cuánto, al presidente del Patronato, Gregorio Marañón, Mortier cree que tendría que haberse marchado en lugar de plegarse a los deseos de un Gobierno provinciano que sigue el plan elaborado hace tiempo por Esperanza Aguirre y va a convertir el Real en su cortijo, aunque pierda peso en los circuitos internacionales.
Mortier, por su parte, va a seguir adelante y pelear por su contrato.
El se irá cuando quiera y no se da por destituido. Y con él se van también las estrellas que iban a poblar la programación del templo de la Opera madrileña durante los próximos dos años: Los Muti, Sellars, Wilson…y demás.
