En sólo dos días, Gas Natural ha perdido un 3,4% de su valor en Bolsa a la cola del Ibex. Entre rumores sobre la posible salida de Repsol de su accionariado y especulaciones sobre quién podría tomar el relevo a su abultada participación del 30% en la gasista, sus acciones se colocan entra las más bajistas del parqué madrileño por segunda sesión consecutiva. Tampoco ayudan las noticias que llegan desde Argentina por el litigio de YPF.
Aunque Gas Natural ha negado en repetidas ocasiones tener conocimiento sobre un eventual relevo en el seno de su accionariado, el nuevo curso ha traído incluso nombre para la posible sustituta de Repsol: la argelina Sonatrach. Hacia ella apunta el diario Expansión refiriéndose a fuentes familiarizadas con el asunto y la magrebí siempre ha sonado como una de las posibles ‘novias’ de Gas Natural ante un hipotético cambio en su mapa de poder accionarial.
Si bien hace unos días en el mercado se especulaba incluso con la salida conjunta de Repsol y CaixaBank, que controlan conjuntamente un 37% de la gasista, ahora se apunta a que sólo Repsol aflojaría posiciones, aunque sin despedirse del todo. El paquete en venta sería de un 25%, con lo que la de Antonio Brufau mantendría posiciones por un 5%, conservando el derecho a seguir presente en el consejo de administración de la presidida por Salvador Gabarró. Un baile de sillas en el máximo órgano directivo de la compañía que siembra temor entre los inversores, temiendo una abultada suelta de papel a la vuelta de la esquina.
Y, frente al paso por caja de los inversores, los analistas les dan la razón. Aunque consideran que el movimiento podría resultar positivo para Repsol, inmersa en un profundo proceso de reducción de deudas cuyo mayor hito fue la venta de negocios en gas natural licuado, pero negativo para Gas Natural. Si el precio ofrecido por Sonatrach o cualquier otro inversor que se decidiera a reemplazar a la petrolera, el golpe en Bolsa podría ser considerable.
Algunos gestores, como los del también catalán Banco de Sabadell se muestran más optimistas y consideran que la llegada de Sonatrach al consejo de administración de Gas Natural, en la que ya posee una participación del 4%, podría resultar beneficioso por partida doble a la cotizada en Madrid. Al respecto apuntan a que más que un socio financiero se trata de un socio industrial que eliminaría la presión bajista que implican desde hace tiempo los rumores de venta de Repsol. Igualmente, se señala que la mejora de relaciones entre las dos gasistas “podría implicar ventajas en contratos futuros de suministro” para la española.
El segundo frente abierto en este entramado de participaciones es la compensación que Argentina habría ofrecido a Repsol por la expropiación de su antigua filial YPF y la consecuente expulsión de la española del macroyacimiento de Vaca Muerta. Ante los 10.500 millones de dólares que la de Brufau exige como compensación, Buenos Aires no parece dispuesto a desembolsar más que 1.500 millones. Una circunstancia que extenderá el litigio entre la compañía y el estado latinoamericano, forzando quizá la búsqueda de efectivo en desinversiones como la ya comentada en Gas Natural.
Resultado de estos factores, la negociación en Gas Natural Fenosa superaba con creces la negociación media este miércoles. Más de 2,25 millones de acciones cambiaban de manos frente a un registro que habitualmente no supera los 1,9 millones de títulos. Morgan Stanley y en menor medida Banco Espírito Santo se colocaban como los dos brókeres más activos en el lado vendedor de la ventanilla inversora.