En estos días calurosos, los conspiradores madrileños que aún andan por la Villa y Corte parecen inclinarse por el tráfico de rumores relacionados con los ‘papeles de Bárcenas’ en detrimento de otros. Y si las historietas incluyen al extesorero con algún líder del PP, de hoy o de ayer, suelen tener el éxito asegurado.
La última, por ahora, y con más éxito entre los más deslenguados de todos es una que da en decir que cuando Bárcenas, a mediados de febrero de este año, viajó a Canadá para esquiar se encontró en un ponto de ‘gran proximidad geográfica con un tal José María Aznar.
Expresidente del Gobierno a quien, por cierto, el excontable del PP, habría liberado de cualquier problema con los sobresueldos en su declaración ante el juez Ruz.
El viaje a Canadá se hizo famoso en todas partes gracias, o por culpa de la peineta, que Bárcenas hizo en el aeropuerto a todos los españoles que le criticaban. Un gesto, por cierto, también muy característico de Aznar. O eso dicen las lenguas viperinas que relatan el sucedido, sin aprobar prueba alguna para verificarlo, por supuesto.