Los grandes bancos estadounidenses se enfrentan a la imposición de nuevas reglas de capital que podrían, incluso, ser más duras que las que se están aprobando a escala global.
Las entidades de Wall Street serán obligadas a mantener un ratio de capital para activos que supere el 3% establecido por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, según dijo el gobernador de la Reserva Federal neoyorquina, Daniel Tarullo. Otra medida forzaría a los bancos a mantener una cantidad mínima de capital y deuda a largo plazo para ayudar a las autoridades a desmantelar a los bancos débiles.
Las declaraciones de Tarullo muestran que los reguladores estadounidenses planean incrementar las demandas para tener mayores reservas frente a pérdidas para prevenir una repetición de la crisis de crédito de 2008. «Estamos en los primeros capítulos de una historia de horror para los grandes bancos, esperando aún por lo peor», comentó a Bloomberg Coryann Stefansson, directora gerente de PwC.
Se especula que los reguladores de EEUU podrían duplicar el umbral de 3% de capital de Basilea. La Corporación Federal de Seguro de Depósitos señaló que la próxima semana se podría publicar una propuesta.