Con un desplome del 47% en Bolsa. Así han reaccionado los inversores a la decisión de Sniace de rendirse al preconcurso de acreedores tras meses esquivándolo a base de recortes de plantilla y de gasto. La compañía anunciaba a primera hora de la mañana la decisión de acogerse a esta figura de protección judicial antes de la apertura del parqué, con lo que la avalancha vendedora castigaba al valor desde los primeros cruces.
El descalabro bursátil se moderaba según avanzaba la sesión hasta el entorno del 30%. El que la dirección de Sniace haya afirmado que el preconcurso por el que ahora ha optado es “perfectamente reconducible” parece haber aplacado el pesimismo de primera hora. Sin embargo, son muchos los gestores de carteras que aconsejan alejarse de la compañía en vistas del destino que han terminado labrándose otras cotizadas españolas que en un primer momento solicitaron esta figura y finalmente han acabado en concurso y apartadas de negociación en Bolsa.
La declaración de preconcurso la habrían recomendado asesores fiscales, administrativos y jurídicos de la empresa, según ha destacado el presidente de Cantabria, Ignacio Diego, que le había comentado el máximo responsable de la compañía, Blas Mezquita. La situación financiera de Sniace se ha convertido en una ‘cuestión de Estado’ en la región, pues allí se ubican una gran parte de los centros productivos de la compañía, algunos de ellos sin actividad desde hace tiempo.
Como ya adelantó EL BOLETÍN hace unos días, la situación económica de Sniace se había vuelto especialmente complicada en las últimas semanas en que la compañía se había visto obligada a plantear una nueva reestructuración de plantilla con despidos para 364 de sus trabajadores, así como el cierre de su planta de fabricación de viscosa. Tanto es así que hasta el propio Mezquita ha llegado a reconocer públicamente sus dudas sobre la sostenibilidad de la empresa de mantenerse su actual modelo de negocio y las cargas impositiva a la generación de biocombustibles en la que centra parte de su actividad.
Ya a cierre de 2012, Sniace registró pérdidas por 21,61 millones de euros frente al beneficio de 6,67 millones que cosechó el ejercicio anterior. A falta de cifras concretas sobre sus vencimientos más próximos de deuda y el total de su pasivo, que se esperan para los próximos días, la química ha conseguido un máximo de seis meses para negociar con sus acreedores un nuevo calendario de pagos que la salve de la quiebra.
La compañía ha solicitado, por decisión de su consejo de administración en una reunión celebrada ayer tarde, el preconcurso no sólo para la matriz, sino también para sus filiales Viscocel y Celltech. En conjunto, según cifras de cierre del año pasado, acumulaban una deuda cercana a los 21 millones de euros en su mayoría financiera, frente a una capitalización bursátil de Sniace de 16,8 millones de euros tras haberse dejado más de un 65% de su valor en lo que va de año.
Este miércoles, el volumen de negociación se secaba tras la especulación de las últimas semanas en que los inversores de perfil más agresivo del parqué madrileño habían hecho de la papelera una de sus apuestas favoritas. En las ventas que se imponían con crudeza gobernaban hoy la mesa bilbaína del Santander, Mercavalor y Banco Sabadell, mientras que las compras eran cosa de Banco Popular, la mesa madrileña del Santander y Bankia.