El futuro más inmediato de Amper se complica. Uno de sus hitos más inmediatos en su plan de reestructuración queda ahora tan en entredicho que hasta la propia compañía lo ha reconocido en la junta anual de accionistas. La llegada a buen término de la ampliación de capital con la que Enrique Bañuelos completaría su desembarco en la española es ahora “poco probable”.
La llegada del empresario valenciano al capital de Amper está lejos de convertirse en la solución a todos los males de la compañía que algunos gestores pronosticaban. Con una cotización en mínimos de los últimos 19 años, la compañía se ha visto obligada a reconocer que va a ser complicado encontrar dueño a un precio de emisión de 1,70 euros la acción. Hoy por hoy, cada título de la tecnológica de defensa escogida por Bañuelos para su regreso al panorama financiero español cotiza en el entorno de los 1,10 euros.
Tal es la importancia de la operación que ha ocupado un lugar como una de las tareas “pendientes” de Amper en la presentación con que la directiva de la compañía ha arrancado la junta de accionistas celebrada hoy en la localidad madrileña de Tres Cantos. Por el momento, no se pone en duda que Bañuelos, a través de su fondo inversor Veremonte, vaya a cumplir con su compromiso de cubrir hasta cinco millones de euros de los 15 millones que se plantearon en un comienzo.
Sin embargo, algunas de las voces más críticas con la ‘vuelta a casa’ del saguntino recuerdan que esta ampliación de capital no es más que consecuencia de que el empresario no asumiese el compromiso de inversión que había adquirido inicialmente a través de una única ampliación por, precisamente, 15 millones de euros. A finales del año pasado, cuando se produjo esta primera operación, tan sólo suscribió y desembolsó 10 millones de euros y se comprometió a cumplir su compromiso sólo de la mano de una nueva emisión en la que participasen también los viejos accionistas de Amper.
La que sí se ha aprobado hoy en junta de accionistas y, en principio, no debería revestir mayores problemas para Amper es una ampliación más -en este caso por 4,575 millones de euros- para canjear títulos con los actuales accionistas minoritarios de su filial americana eLandia. Estos inversores ya aceptaron la oferta hace meses, antes incluso del desembarco de Bañuelos, con lo que la valoración a 1,70 euros por título no tendría por qué ser un impedimento. Esta compañía es pieza clave en el plan de reestructuración de la española, que apuesta con fuerza por crecer al otro lado del Atlántico.
Como una suerte de amortiguador frente a estas noticias, Amper ha anunciado que está negociando con sus acreedores una prórroga a su crédito sindicado suscrito en 2011. Desde finales del pasado mes de abril. La cotizada ha recordado que en diciembre de 2012 ya amortizó 4,3 millones de euros de este préstamo, pero que la necesidad de financiación para su ‘asalto’ a Latinoamérica y su abultada deuda en España hacen necesario un nuevo calendario de pagos para sus 120 millones de pasivo que no asfixie sus finanzas ni sus planes de crecimiento.
Este martes de reunión de accionistas, el volumen de negociación en Amper se quedaba por debajo de su media anual diaria a pocos minutos para el cierre de sesión en una semana que pinta mucho menos activa para el valor que la pasada. En las ventas que durante buena parte de la sesión han dominado los cruces, los gestores más activos eran Mercavalor y Renta 4, mientras que las ventas las dominaban desde las mesas de Banco Santander, CaixaBank y Auriga Securities.