CCOO camina hacia el abismo

Detrás de la cortina

CCOO camina hacia el abismo

Las relaciones peligrosas entre miembros de CCOO y los poderes financieros se convierten en una bomba de relojería para el sindicato que puede ‘detonar’ el aval de su experto al informe de los sabios, pensado para recortar las pensiones.

Tras años de resistir el acoso político de rivales tan duros como la sin par Esperanza Aguirre y sus ‘mesnadas’ madrileñas o de esquivar los descubrimientos, más o menos periódicos, de delegados y altos cargos salpicados por la corrupción, el hasta ahora sindicato mayoritario en España, CCOO, puede estar al borde de la mayor crisis de su historia. Y no se habrá producido por la acción de ninguna fuerza externa. La explosión tiene su origen en las peculiaridades internas de esta antigua organización de clases.

La firma estampada por el experto en pensiones del sindicato, Miguel Angel García, en el informe del ‘comité de sabios’ de Rajoy, que supone un aval para una reforma del sistema de pensiones que penalizará a los jubilados actuales y futuros, o lo que es lo mismo, la participación de un alto cargo del sindicato en una operación política con un sesgo ideológico ‘neoliberal’ evidente, puede convertirse en el último capítulo de un ya largo serial de actuaciones dudosas que han multiplicado el descrédito de esta organización histórica y pueden hacer germinar las semillas plantadas durante muchos años por unos enemigos que siempre han señalado la excesiva connivencia con los intereses del poder demostrada por la organización.

Otras actuaciones sorprendentes, como la defensa de Miguel Blesa, el ex presidente de Caja Madrid ahora en la cárcel, realizada no hace mucho por otro destacado miembro del sindicato, o la división que se extendió entre las federaciones madrileña y bancaria de la organización en los procesos de renovación de esta misma caja, cuando Gallardón y Aguirre luchaban por el poder, ya habían extendido la sombra de la sospecha, sobre el exceso de cercanía de CCOO a los poderes financieros españoles.

Pero este asunto de las pensiones no va a tener vuelta atrás. Y se equívoca el líder del sindicato, Ignacio Fernández ‘Toxo’ si piensa que el tiempo, y un posible pacto sobre el asunto forjado por todas las fuerzas políticas y sociales, podrán enterrar el episodio. No lo harán porque el propósito de determinados sectores de asaltar la hucha de todos para hacer negocio con el dinero que debe cubrir las jubilaciones, y que sus beneficiarios han cotizado a lo largo de toda su vida laboral, es tan firme que se extenderá en el tiempo. Y la sociedad española no va a admitir esta vez que se traspase esa línea roja.

Ni siquiera está claro si la dimisión fulminante del polémico García arreglaría algo. Aunque sería un primer paso, probablemente. Y no vale decir que el sindicalista estaba en el Comité de Sabios a título personal. Eso no es factible cuando se trata de un tema tan delicado como éste y cuando el Gobierno le ha llamado por lo que le ha llamado: por su condición de militante ilustrado del sindicato. Si, además, ‘Toxo’ se empeña en asegurar que el papel de García en el cónclave fue positivo para los intereses de los trabajadores porque evitó un mal mayor, se lo va a poner en bandeja a quienes piensan que las organizaciones sindicales no sirven para nada. Sólo para ejercer de florero en las fotos de unos pactos que contribuyen a empobrecer cada día más a los trabajadores que representan y cuyos derechos defienden.

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