Las críticas del presidente del CGPJ, Gonzalo Moliner, a la jueza del ‘caso de los ERE’, Mercedes Alaya, por el retraso en la instrucción, han desatado el rechazo del sector más conservador de la judicatura. La Asociación Profesional de la Magistratura (APM), mayoritaria en el sector, ha salido en defensa de la magistrada, ya que “el presidente del órgano de gobierno de los jueces no puede ser el medio ni el instrumento por el cual se efectúen juicios de valor” de este tipo.
Los magistrados conservadores han recordado a Moliner que el órgano que preside debe defender la independencia en el mundo judicial, así como “amparar” el trabajo que «todos y cada uno» de los jueces realizan en el “estricto cumplimiento de la ley, sin permitir injerencias ni presiones”.
“Con más razón aún, el presidente del órgano de gobierno de los jueces no puede ser el medio ni el instrumento por el cual se efectúen juicios de valor que puedan ser interpretados, si quiera de forma velada, como una forma de presión o influencia que cuestione la independencia del Poder Judicial, ni mucho menos puede poner en tela de juicio el esfuerzo personal que está realizando la magistrada que lleva a cabo la instrucción del llamado caso de los ERE”, asegura la APM en un comunicado.
Y es que, según esta asociación de jueces, “basta con asomarse a la estadística judicial que cada año publica el Consejo para comprobar cómo la Justicia en nuestro país se sostiene por el esfuerzo de los jueces y magistrados”, por lo que no entienden a qué vienen las declaraciones del presidente del CGPJ poniendo en tela de juicio a Alaya.
Unas manifestaciones públicas ante las que los jueces conservadores han querido mostrar su “más enérgico rechazo”.