Escuelas Católicas, la principal patronal de centros concertados de la región, asegura que la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, la LOMCE, “tiene muchas lagunas” es mejorable y supone un retroceso en la autonomía de los centros.
En un comunicado en el que expresa su opinión sobre el anteproyecto de ley, Escuelas Católicas considera especialmente preocupante el retroceso en la autonomía de centros y denuncia que “aunque la LOMCE intenta trasladar una visión de mayor autonomía, no sólo no la garantiza, sino que la deja a expensas de las CCAA. y del propio Gobierno central, al incluir por primera vez en la historia la metodología y la práctica docente dentro del currículum que determina el Ministerio de Educación”.
La patronal de los colegios católicos considera que “para fortalecer realmente la autonomía de los centros, la LOMCE debería reconocer un espacio propio a cada centro que incluiría aspectos como capacidad para configurar parte del contenido del currículum, definir metodología, fijar horarios lectivos y calendario escolar respetando los mínimos de horas y días establecidos en la ley, etc.”
Además, Escuelas Católicas niega rotundamente que la LOMCE sea la ley de la concertada porque: “No conecta realmente la necesidad de escolarización con la demanda. La ley no introduce ninguna novedad que garantice que un centro con demanda mantenga el concierto•.
Y porque estiman que no “corrige el déficit endémico del módulo de conciertos. La memoria económica es insuficiente y no destina ni un euro a dar cumplimiento a la legislación vigente en lo que se refiere a cubrir el coste real del puesto escolar. Como sector afectado pedimos mayor claridad y concreción.
Tampoco le gusta la redacción de la norma a la patronal católica por considerar que tiene una redacción compleja que debe corregirse en su desarrollo a partir de un diálogo sereno y profundo con el sector educativo, ni le convencen tampoco los itinerarios por ser demasiados complejos y porque creen que “el excesivo número de opciones y optativas encarece la impartición de estas enseñanzas y puede provocar que los centros pequeños acaben siendo inviables.
Sí a la Educación para la Ciudadanía
A pesar de todo en el comunicado de Escuelas Católicas se pone de manifiesto su perplejidad ante el cariz que está tomando el debate público de la LOMCE, centrado en cuestiones que, siendo importantes, no son las que resuelven los problemas de nuestro sistema educativo, cuestiones sobre las que, de todas formas, quieren dar su opinión.
Respecto al uso del castellano, creen que “a actual polémica debería resolverse por el cumplimiento efectivo de la ley y las sentencias judiciales en vigor.
Y sobre Educación para la Ciudadanía consideran que “los alumnos deben ser educados como ciudadanos responsables. La transversalidad de esta formación nos parece una solución adecuada”.
Finalmente, y sobre el aspecto más polémico: la evaluación de la asignatura de Religión, lógicamente están de acuerdo con el ministro José Ignacio Wert, ya que consideran que “es una materia voluntaria, no obligatoria y evaluable como el resto de optativas. Nos parece adecuado que se le otorgue la seriedad académica que requiere.
Escuelas Católicas representa a 2.081 centros educativos concertados católicos, a los que pertenecen 1.177.473 alumnos y más de 97.000 trabajadores, de los que cerca de 80.000 son docentes, lo que, según sus propios datos, representa el 60,4% de la privada concertada.