A Codere le sienta bien la retirada de su vicepresidente en Argentina. Con alzas de hasta el 16% y en cabeza indiscutible del Mercado Continuo durante buena parte de la sesión, el parqué madrileño ha acogido la retirada del alto cargo en el que es uno de los mercados fuertes de la firma cotizada de juegos de azar. Un impulso que, dicen los expertos, también se ha alimentado de motivos técnicos.
El directivo en cuestión que abandona el barco de Codere ha sido Héctor Omar Luna, hasta ahora vicepresidente de la compañía para Argentina y alto cargo en varias de sus sociedades participadas en el país austral. Según el comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la dimisión es “por razones profesionales y de acuerdo con la compañía”. Sin embargo, su partida hace soñar con un futuro más halagüeño para la cotizada española al otro lado del Atlántico, donde la reciente aprobación de la ‘ley antitabaco’ ya le había pasado factura en sus cuentas del primer trimestre.
Hoy por hoy, la española está presente en Argentina con 14 salas de juego y bingos en los que trabajan más de 4.000 personas. Los vaivenes normativos del país que rige Cristina F. de Kirchner, con nacionalizaciones de por medio, ha supuesto más de una sombra para la marcha del negocio y la cotización de Codere. No obstante, en los últimos días las miras están puestas en su deuda, cuyo ‘rating’ ha vuelto a recortar la agencia Moody’s. Movimiento que en Bolsa ha provocado una fuerte avalancha de ventas que ha recortado en un 41% el precio de sus acciones en solo cinco jornadas.
Este brusco retroceso, dicen los expertos, marcaba ya unas considerables cotas de sobreventa que auguraban un brusco y especulativo giro alcista en el corto plazo con el que recuperar parte de lo perdido. Tanto es así que la gráfica de Codere se quedaba a media sesión de hoy a sólo un 2% de borrar el brusco desplome de anteayer (-22%) al calor de las dudas suscitadas en torno a la calidad de unos bonos corporativos que ya están en ‘Caa3’ con perspectiva negativa para Moody’s. Algo que se traduce en una “posición pobre” y un riesgo de impago “muy alto”, según su gradación de notas.
La patata caliente que pesa sobre el tejado de Codere es la refinanciación de un crédito por 60 millones de euros cuyo vencimiento está previsto para el ya inminente 15 de junio y que la compañía sería incapaz de atender. Desde la agencia de calificación se apunta también a otros créditos en pesos argentinos valorados en unos 29 millones de euros al cambio que también vencerían antes de cierre del primer semestre del año.
Por si fuera poco, un rumor sobre posibles demandas de los bonistas por falta de información de riesgos -similar a lo ocurrido con las preferentes- han golpeado su cotización, si bien la compañía se ha apresurado a anunciar que “no tiene conocimiento formal ni informal” de esta supuesta iniciativa legal. Mientras los inversores esperan como agua de mayo el necesario acuerdo de aplazamiento de pagos.
Entre factores técnicos y especulaciones por la futura marcha del negocio en Argentina, uno de los mercados más débiles para Codere en lo que va de año, la cotizada suma su segunda sesión consecutiva de fuertes alzas cuando a primera hora la gráfica amenazaba de vuelta a las caídas. Además, el volumen de negociación volvía a rebasar el medio millón de títulos, cuando su media está en solo 83.500 acciones. En compras, los saldos netos más abultados correspondían a UBS, Banco Santander y M&B Capital Advisers, mientras que las ventas las dominaban los mostradores de Morgan Stanley, Ahorro Corporación Financiera y Renta 4.
