El Consejo Territorial de la SGAE en Madrid celebra elecciones el próximo 30 de mayo. Una cita clave para Anton Reixa, que desde que llegó a la presidencia hace un año no ha conseguido acabar con las divisiones internas ni con las dudas de quienes le cuestionan. En este contexto, ha destituido a Juan Carlos Fernández Fasero como delegado de la zona Noroeste sólo seis meses después de su nombramiento.
Fasero fue contratado por la SGAE procedente de la Dirección General de la Agencia Gallega de las Industrias Culturales (Agadic). Este organismo público, con Fasero al frente, concedió a la productora de Reixa una importante subvención para su musical ‘Galicia Caníbal’, una partida que se consideró “exagerada” en el mundillo.
Precisamente, la relación con el hasta ahora delegado de la zona Noroeste le costó al dirigente de la SGAE una fuerte reprimenda en la junta directiva que la institución celebró a principios de abril. La tensión llegó hasta tal punto que Reixa tuvo que someterse a una moción de confianza en la que 10 directivos pidieron su dimisión. No obstante, pasó el trago gracias al apoyo de otros 27 integrantes (más dos abstenciones).
Lo salvó por los pelos pero la votación le hizo ser consciente de que convive con 10 opositores en la junta directiva cuando apenas ha cumplido un año al frente de la sociedad de gestión, cargo al que llegó gracias a un pacto con José Miguel Fernández Sastrón.
Entre otras cosas, el acuerdo contemplaba acelerar el plan de rescate de los derechos pendientes de identificación que la SGAE cobró pero que no ha repartido entre sus asociados, un montante de 39, 2 millones de euros que el equipo de Teddy había retenido, y funcionaba como aval para los bancos acreedores que financiaron la construcción de su deficitario imperio. De momento no ha llegado ni un duro de esta partida a los autores en cuestión.
Este frente, solucionado el tema de Fasero, podría suponer un escollo para lograr que sus candidatos triunfen en las elecciones al Consejo Territorial de Madrid (al llegar Reixa a la presidencia creó seis consejos territoriales para descentralizar el poder en el organismo).
Otro conflicto a tener en cuenta es el que mantiene con el llamado bloque ‘televisivo’, cuya cabeza visible es el antiguo bajista de Coz, Juan Márquez. Sus acólitos han venido acusando a Reixa de estar al servicio de las discográficas.
Sea como sea, las elecciones en Madrid será una toma de temperatura de Reixa de cara a la Asamblea General Ordinaria que tendrá lugar el 20 de junio, la primera desde que es presidente de la sociedad de gestión.
Los candidatos
El candidato de Reixa en Madrid es Eduardo Ramírez de Cartagena. Fue coordinador y productor Musical en TELEMADRID y actualmente es director de Imagen Institucional en Zerimar Music S.L. Una de las cosas que propone es “cambiar los Estatutos de la SGAE para beneficiar a todos los autores y no exclusivamente a los de siempre, ya que en ellos queda bien reflejado que una cosa es lo que viene escrito en el papel y otra es cómo se lleva a cabo”. Precisamente esta fue una de las propuestas de Reixa cuando se presentó a la presidencia de la SGAE.
Alejandro Gil Pinedo es otro de los aspirantes. Es el favorito del grupo de Sastrón. Fundador del sello discográfico y editorial musical AGP MUSIC desde 2004 inició su carrera como artista en el género Chill Out, con Café del Mar.
También se presenta un viejo conocido en el mundillo: Juan Erasmo Mochi, a quien muchos ven como un ‘tapado’ de Teddy Bautista. Cantante, compositor y productor, en los 60 formó parte del grupo ‘Los bravos’. Dos décadas después fue productor musical de artistas como Mari Trini o Los Chichos.
Pedro Sánchez, del grupo Cadillac, es otro de los candidatos. En su caso, promete dedicar más fondos para los autores del Colegio de Pequeños derecho. Hay quien apunta a que este aspirante sería otro de los respaldados por Reixa.
Guillermo McGill se presenta como independiente. Percusionista y baterista de jazz y nuevo flamenco. Ha llegado a trabajar con Enrique Morente o Ana Salazar.