El plan de reestructuración y recapitalización de Liberbank aprobado por Bruselas contempla que la entidad se compromete a reducir sus oficinas en 88, pasando de 1.160 a 1.072, así como sus costes laborales y de administración en un 25%, lo que llevó al grupo a plantear, antes de Navidades, un ajuste salarial que ahora podría ser insuficiente.
En ese sentido, el sindicato Csica ha señalado en una circular que el plan de ajuste salarial presentado en octubre es “en estos momentos inválido”, por lo que propone que la reducción de costes laborales se acometa “mediante prejubilaciones y bajas indemnizadas”.
El sindicato critica además que “no es de recibo” que exista una mesa de negociación laboral abierta desde octubre “para ajustar salarios, tiempo de trabajo, y supresión de mejoras, sin que tan siquiera hayamos negociado nada, y que estemos esperando a ver qué pasa con el canje de híbridos”.
Tras el divorcio con Ibercaja, Liberbank presentó a los sindicatos un ‘Plan de Viabilidad’ para ahorrar costes y minimizar las ayudas públicas. En concreto, el proyecto perseguía la suspensión de contratos laborales durante un plazo máximo de un año que podría afectar al 60% de la plantilla de forma rotatoria (el 20% anual a lo largo de los tres próximos ejercicios), reordenación de las pagas extras y la reducción del salario bruto anual en el 7%, la suspensión de la aportación a los planes de pensiones de los trabajadores durante los próximos cuatro años, la eliminación de beneficios sociales tales como seguros médicos y pagas por nacimiento de hijos y una reducción de jornada en torno al 10% de media (30 minutos diarios y las tres tardes mensuales que se trabajan durante cinco meses).
Sin embargo, este plan fue rechazado frontalmente por los sindicatos, y las negociaciones fueron suspendidas ‘sine die’. Los representantes de los trabajadores esperan que las reuniones vuelvan a convocarse en cuanto se haya concretado la salida a Bolsa.