Compartir nombre con un político tiene su riesgo y si no que se pregunten al escritor Rafael Martínez-Simancas, que el sábado por la noche vio atónito como el socialista Rafael Simancas no decía ni mu cuando Jordi González le felicitaba en el programa «El gran debate» por un tuit que no era suyo, sino de su tocayo.
Resulta que Martínez-Simancas había tuiteado después de oír las peregrinas explicaciones de Mariano Rajoy sobre el ‘caso Bárcenas’: “Lo decía Groucho: ¿A quién va usted a creer más; a mí o a sus propios ojos?
Y en el espacio de Telecinco, pues ni corto ni perezoso se lo atribuyeron a su invitado, para demostrar su ingenio a la hora de valorar la comparecencia del presidente del Gobierno sobre la supuesta financiación irregular del PP.
Pero… al César lo que es del Cesar debió pensar con razón nuestro colaborador, quien raudo y veloz -después de que sus seguidores le avisaban de que lo que había pasado en el plató de televisivo- mandó un mensaje al socialista en el que le hacía ver que está feo apropiarse de lo que no es suyo, que se empieza por un tuit…
El político atribuyó lo ocurrido a un error del servicio de documentación del probrama de telecinco ya que respondió al periodista y escritor: “No mencioné tuit. Fue presentador. No entendí, me limité a hablar del tema del día. Ahora veo tuit tuyo. Siento equívoco”.
El columnista se dio por satisfecho y dejó los pistolones del duelo para mejor ocasión, dado que el socialista respondió y se disculpó. Un gesto que les honra. Y pelillos a la mar
