Algunas empresas internacionales sí han encontrado una oportunidad de hacer beneficios rápidos gracias al estallido de la burbuja inmobiliaria. Y no son sólo los especuladores financieros del mercado de deuda. También las empresas de subastas de maquinaria que se nutren del excedente de equipamientos de las constructoras españolas.
Una de ellas, citada en una reciente información de Bloomberg, es Ritchie Bros. Auctioneers Inc, la mayor empresa mundial del sector que coloca el excedente con descuentos superiores al 20%.
Las excavadoras, las grúas y los camiones que sobran fueron comprados entre 2000 y 2008, en plena fiebre y ahora, en muchos casos han pasado a ser propiedad de los bancos que controlan a estas empresas ahora quebradas e insolventes, que la agencia calcula en más de 67.000.
Como consecuencia de la debacle, el mercado español de maquinaria de construcción de segunda mano ha alcanzado fama mundial. La mayor parte de los compradores que acuden a estas subastas representan a compañías internacionales que pueden llegar a gastarse una media de 82.500 euros por lote. En una subasta normal pueden colocarse hasta diez. Casi un millón de euros que, sin embargo, no cubre las expectativas de los vendedores.