El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha comparecido ante los medios de comunicación el día después de que España haya solicitado ayuda a la Unión Europea (UE) para rescatar la banca. Algunos observadores, creen que es probable que hubiera sido mejor que, según su primera intuición, se hubiera ahorrado esta rueda de prensa.
El acto ha durado algo menos de 30 minutos y durante toda su extensión Rajoy no ha aportado ningún dato convincente, ni ninguna novedad, atrincherado en un alegato evanescente en el que ha hecho también alguna referencia a su también evanescente discurso de investidura.
Sus palabras han girado alrededor de dos ideas motor, la reivindicación del euro y la de Europa, loas entre las que ha intentado colar de matute su mantra de los últimos tiempos. España ha hecho los deberes con las reformas y gracias a esa determinación política se habría evitado una intervención en toda regla.
Rajoy ha puesto mucho énfasis en asegurar que la concesión de esta ayuda para el sector financiero español es un verdadero éxito para Europa y constituye un paso adelante en la consolidación del proyecto del euro.
Además, el presidente continua ejerciendo de gallego, actitud a la que algunos denominan faltar a la verdad, y ha explicado que serán los bancos beneficiarios de las ayudas quienes se encarguen de devolverlas y que esos 100.000 millones del crédito no van a incidir en el déficit público.
En ambos casos, sus palabras no son del todo cierto, puesto que el préstamo está garantizado por el Estado español que es quién responde de él a través del FROB y, además, los intereses que se abonen sobre el crédito van a repercutirse en el déficit, según los términos de la contabilidad nacional.
Antes de terminar la rueda de prensa, el presidente contestó, de muy mala gana, a una última pregunta para explicar que asistirá esta tarde al primer partido que disputará la selección española en la Eurocopa, en estes caso frente a Italia. Rajoy asegura que acude para responder a una invitación oficial del presidente polaco.
Por cierto que, quienes han elaborado esta información, se preguntan por la identidad del asesor de imagen que ha optado por situar hoy a Rajoy por delante de una puerta acristalada que daba a un jardín, lo que configuraba una curiosa imagen que alguien podía interpretar como que el presidente quería estar ante una salida por si tenía que fugarse.
• ¿Qué va a ocurrir con los ayudados con ese dinero europeo que garantizamos todos los españoles?