El acuerdo de integración a tres bandas anunciado ayer por Ibercaja, Liberbank y Caja3, reducirá a la mínima expresión el poder de la Iglesia católica dentro del sector financiero español, tras casi doscientos años en que la historia de las cajas haya estado muy ligada a la institución religiosa.
Según lo acordado ayer por los respectivos consejos de administración, Ibercaja Banco ostentará una participación de un 46,50% en la nueva entidad; Liberbank, del 45,50%; y Banco Caja3, formado por Caja Inmaculada (CAI) y Caja Círculo de Burgos, ambas dependientes de la Iglesia Católica, junto a Caja Badajoz, apenas controlará el 8%. El presidente será Amado Franco (Ibercaja) y el consejero delegado, Manuel Menéndez (Liberbank).
Tras la desaparición de CajaSur, intervenida por el Banco de España y entregada en subasta a BBK, CAI y Caja Círculo, integradas dentro de Caja 3, eran las únicas entidades que quedaban bajo el paraguas de la Iglesia.
La CAI fue fundada en 1905 por Acción Social Católica de Zaragoza bajo el nombre de Caja de Ahorros y Préstamos de la Inmaculada Concepción., mientras que Caja Círculo fue constituida por el consejo de gobierno del Círculo Católico de Obreros de Burgos a instancias del arzobispo de Burgos en agosto de 1908. La ya desparecida CajaSur había sido creada por el Excelentísimo Cabildo Catedral de Córdoba en 1864.
La suma de Ibercaja, Liberbank y Caja3 tendrá un volumen de negocio de 181.000 millones de euros y unos activos de 114.000 millones de euros, lo que sitúa al grupo en el séptimo puesto por tamaño en el sector financiero español.
Asimismo, la nueva entidad nacerá con unos recursos propios de 7.000 millones de euros; una holgada posición de liquidez, con casi 14.000 millones de activos líquidos y 15.000 millones de capacidad de emisión, que multiplican por tres los vencimientos de los dos próximos años, y una moderada dependencia de los mercados mayoristas, con un coeficiente inferior al 20%.