La inmobiliaria Quabit ha llegado a anotarse este miércoles alzas de más del 50% ante la posibilidad de que su antiguo dueño, Enrique Bañuelos, vuelva al accionariado de la cotizada. Según los rumores, el empresario del ladrillo podría estar pensando en hacerse hasta con la mitad del capital social de la volátil compañía.
Si bien los analistas consultados por EL BOLETÍN destacan que este rumor ha sobrevolado varias veces la compañía, reconocen que en las últimas sesiones ha tomado fuerza. Lo que por el momento es cierto, dicen los más críticos con el valor, es que la historia que hasta ahora se ha repetido es la salida paulatina de varios inversores de referencia entre los que señalan al propio Bañuelos y al que fuera su segundo, Juan Antonio Alcaraz.
La vuelta de Bañuelos con un peso considerable al capital de la compañía, señalan los gestores de Bolsa, no alegra a los inversores por su eventual regreso al consejo de administración de la maltrecha Quabit. Más bien, apuntan, porque el fuerte esfuerzo comprador que Bañuelos tendría que llevar a cabo para conseguir sus supuestos objetivos supondría una garantía contra la tendencia bajista que desde hace años acumula el valor.
A pesar del explosivo rebote de hoy, arropado también por el rebote generalizado del parqué madrileño tras el duro castigo de ayer, la ‘ladrillera’ acumula en lo que va de este 2012 un retroceso bursátil del 23% y en el último año se deja casi un 60%. La falta de perspectivas de mejora para el sector inmobiliario ha dejado a sus compañías cotizadas en mínimos históricos cada vez más profundos.
Quabit no es ninguna excepción, sino más bien todo lo contrario y en el último año se ha convertido en objetivo frecuente de ataques especulativos hoy al alza y mañana a la baja. Una situación a la que se ha llegado gracias a su bajo precio unitario: en el entorno de los 6 céntimos de euro tras los últimos rebotes. Así, con variaciones de apenas medio céntimo de euro se generan bruscos movimientos en términos porcentuales que, advierten los expertos, atrapan y dejan pillados a inversores inexpertos atraídos solamente por el avance intradía de su cotización, como si de cantos de sirena se tratase.
Lo cierto es que entre los gestores que se llevaban el protagonismo gestor de hoy en el valor, la mayoría de ellos apostaban por posiciones de ‘trading’ al equiparar en lo posible sus apuestas de compra y venta. En términos netos, los compradores más activos eran Ahorro Corporación Financiera, GVC Gaesco y Caja Laboral. En el extremo opuesto, los que más papeles soltaban en la inmobiliaria eran Renta 4, UBS y Banesto. Fuentes del mercado señalaban que los brókeres que más vendían hace escasamente dos sesiones están entre los que hoy compraban con más ímpetu.
No faltaban también los inversores que mostraban sus dudas con respecto a que el rumor llegue a hacerse realidad. Algunos comentaban en tono de mofa en uno de los foros bursátiles de la Red que el regreso de Bañuelos es tan cierto como que “van a sustituir Sacyr Vallehermoso por Quabit en el Ibex 35”. En cualquier caso, el tándem formado por el rumor, las apuestas especulativas por valores inmobiliarios y el rumor han provocado que Quabit se coronase hoy como el quinto valor más negociado de todo el parqué madrileño, con 19,9 millones de títulos; tan solo por detrás de las cuatro más grandes del Ibex 35.
Enrique Bañuelos, dueño de la inmobiliaria que entonces se llamaba Astroc, sacó un 25% de su compañía a Bolsa en mayo de 2006 a un precio inicial de 6,40 euros por título. La burbuja inmobiliaria desató rápido el interés de la compañía, en la que llegaron a invertir hombres de negocios como Amancio Ortega, y su precio se disparó hasta los 75 euros por acción.
Hoy, seis años después esos tiempos dorados del ‘ladrillo’ parecen cada vez más cercanos y la compañía, ahora bajo la batuta de Félix Abánades, se mueve en un tobogán bajista tanto en Bolsa como por fundamentales al que los analistas no le ven fondo. El resultado por el momento: “inversores atrapados y especuladores que vapulean el valor a su antojo”, se podía leer hoy en uno de los foros de Bolsa más críticos con Quabit.