Hoy leo dos buenas noticias contra la esclavitud que vivimos las mujeres por culpa de los cánones estéticos, ya que suponen un varapalo contra las tallas imposibles y la vejez sin arrugas que imponen las firmas de productos cosméticos.
Veo en Abc que las azafatas de una aerolínea italiana se han movilizado contra las tallas pequeñas. Cuenta el diario de Vocento que las auxiliares de vuelo de Meridiana Fly se han rebelado ante la imposición de la compañía aérea de llevar uniformes solo de la talla 40 y 42 (que corresponden a la 36 y 38 españolas) y a la obligación de no aumentar de peso, por lo que han escrito una carta de protesta al Aga Khan, propietario de la empresa, en la que denuncian de lo que han calificado de “discriminación sexista que ofende la dignidad de las mujeres”. Y es que las trabajadores comprobaron con sorpresa cuando recibieron sus nuevos uniformes que todos eran de las tallas 40 y 42, y además con una minifalda
Y si hablamos de la imposible lucha contra la edad que se exige a las féminas viene a cuento la noticia de la que se hacen eco Abc y El País y que informa de la prohibición de un anuncio de cremas de L´Oreal por parte de la Autoridad de Estándares de la Publicidad de Reino Unido. Resultan que se pasaron con el Photoshop en la cara de la actriz Rachel Weisz, que muestra una piel tan tersa como la de un bebé a pesar de sus 41 ‘castañas’.
La denuncia según el diario de Prisa ha partido de la parlamentaria liberal demócrata Jo Swinson, quien cree que en la publicidad debería haber mucha más diversidad, muchos más colores de piel, muchas más edades, muchas más formas…En fin, personas corrientes que también somos guapas y seductoras. ¿O no?