El Banco Mundial (BM) ha presentado esta madrugada en Pekín una corrección de sus previsiones para el crecimiento global en 2012 y 2013, que según dijo la propia institución el pasado verano se encontraría en el 3,6% en ambos casos. Esa cifra ha caducado. Los expertos del BM afirman ahora que este año el mundo crecerá un 2,5%, mientras que el año que viene lo hará un 3,1%.
¿La culpa? Pues una parte importante la tiene la crisis en la zona euro. Pero no es el único motivo. También un crecimiento más débil de los países emergentes están lastrando el crecimiento global. El conjunto de los países emergentes crecerá un 5,4% este año. En junio, los expertos del BM apuntaban a un 6,2%.
Pero a pesar de las sombrías perspectivas para Europa, el informe destaca que las recientes medidas tomadas en el continente, como el fortalecimiento del Fondo de Rescate o el progreso hacia la unidad fiscal en la zona euro, han logrado reducir la presión sobre la deuda soberana de países como Grecia, Italia, España o Francia.
No obstante, y pese a ello, el Banco Mundial alerta en su informe sobre el peligro de que la crisis financiera y la reducción de la demanda de las economías avanzadas se extiendan a los países emergentes, por lo que la economía global podría caer en una recesión «igual o mayor que la de 2008/09».
Respecto a España, el informe señala que el nuevo Gobierno salido de las elecciones del 20 de noviembre se ha comprometido a acelerar «de forma considerable» las reformas estructurales y fiscales iniciadas por al anterior Ejecutivo socialista.