El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, ha comparado el apoyo que ayer brindó CiU a los recortes de Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados con un ‘depósito a plazo’ que cuando venza, se verá si “se retira o se renueva” el apoyo al Gobierno. Algo que, según ha advertido, dependerá de cuestiones como el pacto fiscal para Cataluña o la necesidad de “recomponer la confianza”.
Artur Mas, que ha asegurado en un desayuno informativo celebrado en Madrid que CiU apoyó con su voto las primeras medidas del Gobierno del PP porque es coherente con la necesidad de sanear las cuentas públicas, ha querido desvincular esta decisión a los apoyas de los populares en Cataluña para sacar adelante los presupuestos porque pueden contar con otros grupos parlamentarios, según Efe.
Por ello, el presidente de la Generalitat ha comprado este apoyo con un ‘depósito’ cuyo fin no ha querido desvelar, aunque sí que ha dicho que el plazo para que venza no era “largo” ni “medio”, sino “corto”. Además, ha insistido en que el voto de CiU responde a “una política basada en la obligación y la necesidad de una austeridad real y el saneamiento de las cuentas públicas”.
El dirigente catalán también ha explicado en este encuentro por qué su formación no apoyó la investidura del presidente del Gobierno. Según ha indicado, haberlo hecho les hubiera comprometido durante cuatro años, que es el tiempo que dura la legislatura, algo que no ocurre con la votación de ayer, que sólo les obliga a respetar un conjunto de medidas a la espera de construir un “clima de confianza” entre el Ejecutivo y CiU.
Similitud.
Durante su discurso, Mas ha encontrado una similitud entre el discurso que ofrece ahora el Ejecutivo de Mariano Rajoy al decir que se ha encontrado con dos puntos más de déficit respecto a lo que les decía el anterior ejecutivo socialista, y lo que él se encontró al hacerse con la presidencia de la Generalitat.
El catalán ha asegurado que le suena “la música y la letra” y ha explicado que tras llegar al Gobierno catalán hace un año ha tenido que contar “la verdad” y tomar medidas aunque “sean impopulares” para sanear la economía de la Generalitat.