Muchas de las veces en que se habla de crisis y oportunidad a lo que se refieren es a un rico que ha encontrado un chollo. Y esto puede ser lo que le ha ocurrido a Amancio Ortega con Torre Picasso, uno de los inmuebles más emblemáticos de Madrid, un edificio de plantas que ha comprado a FCC por la nada despreciable suma de 400 millones.
Lo que ocurre es que el rascacielos valía, según los expertos del sector, más de 800 millones allá por 2007. O sea que todos contentos. La compañía de Esther Koplowitz porque, a pesar de todo, se ha hecho con unas plusvalías de 180 millones -lo que no está nada mal dado el momento que a traviesa el ‘ladrillo’- y el dueño de Zara porque se ha hecho con unos de los inmuebles más emblemáticos de Madrid, un edificio 157 metros de altura, con una superficie total construida de unos 121.000 metros cuadrados situado en pleno Paseo de la Castellana.
Además, la compra tiene el honor de ser la mayor operación inmobiliaria -desde que en enero de 2008 el banco Santander vendió su ciudad financiera de Boadilla del Monte (Madrid) por 1.900 millones- y que por lo que ha merecido un interés especial en los diarios, especialmente en La Razón, y en Twitter, donde los internautas ponen de manifiesto que no existe la crisis para Amancio Ortega. El empresario gallego tiene un imperio textil pero está claro que quiere tener también un imperio inmobiliario ahora que se ha retirado a sus cuarteles de invierno y ha dejado la presidencia de Inditex en manos de Pablo Isla.