El desmoronamiento de Italia y la idea de crear una Eurozona de dos velocidades han sido los ejes sobre los que han girado unas tertulias que destilaban preocupación a raudales. Carles Francino aseguraba en la SER: “esto se hunde, la recesión mundial está cerca”. Cree que “la UE está patas arriba, herida de muerte” en referencia a que “Merkel y Sarkozy ya trabajan en una división, en ricos pobres, en euro y eurillo” y lamentaba que “el sueño europeo se nos está escapando”.
En la COPE los comentarios eran también muy pesimistas. “Estamos en una situación absolutamente límite”, en una “situación muy grave, que tiene unos efectos colaterales para España importantísimos” advertía José Antonio Segurado y lo mismo opinaba Josep Antich, para quien “estamos en el centro del caos”, mientras Antonio Pérez-Henares exige que “se desenganche del convoy quien tenga que desengancharse para que no descarrilemos todos”.
Sobre la crisis italiana, Carlos Herrera cree que “tiene su gracia” que los mercados hayan puesto en su sitio a Berlusconi, lo que no han conseguido los escándalos, las chicas, el presidente…” y ya más en serio respecto un posible rescate del país transalpino, Emilio Ontiveros ha asegurado en la cadena de Prisa que esto es muy difícil, se podría rescatar si en lugar del BCE tuviéramos la FED. “Si el BCE pudiese imprimir el dinero para calmar a los mercados se salvaría el país italiano. Pero los gobiernos no se ponen de acuerdo en esto” y piensa que Italia aguantará solo unos días más, tiene hoy subasta y vencimientos a la vista. Respecto a la idea de dos Europas, este tertuliano cree que no es la solución, no ve adecuado segmentar en pudientes y no pudientes.
A micro cerrado
Carlos Herrera y Fernando Onega rompieron hoy una lanza a favor del “escupido y vilipendiado” Zapatero. Creen que se debe rehabilitar su figura y reconocerle la lucha contra el déficit ya que España ha ganado credibilidad con los ajustes, lo que nos coloca en una situación diferente a Italia y nos puede permitir estar en el núcleo duro de la UE.
