Los futuros de Netflix subían ayer en la preapertura tras anunciar su lanzamiento a Reino Unido e Irlanda, y al cierre del mercado, sus acciones caían cerca de un 20% por los malos resultados para su tercer trimestre, al anunciar que la compañía ha perdido 810.000 suscriptores en los últimos tres meses y advertir que habrá más deserciones.
«Anticipamos que el coste de nuestra entrada en el Reino Unido y en Irlanda no nos permitirá ser rentable a nivel mundial; o sea, las ganancias domésticas no serán lo suficientemente grandes como para cubrir tanto a las inversiones internacionales y pagar los gastos generales y administrativos globales y el desarrollo y la tecnología», dijo Reed Hastings, presidente ejecutivo de la compañía, en una carta a accionistas que acompañó su informe trimestral .
Las acciones de la que fue una vez la más querida de Wall Street se desplomaron más de un 60 por ciento desde julio, cuando la compañía aumentó el precio para los suscriptores que querían contar con los servicios de transmisión en tiempo real y DVD. Tampoco ayudó a mejorar los resultados el hecho de que en septiembre decidiese separar definitivamente sus divisiones de streaming y alquiler de DVD.
