Brasil, México, Argentina y Venezuela están a punto de entrar en una nueva fase. Las autoridades bursátiles estadounidenses han dado via libre a la intención del mercado ICE de Chicago de permitir la comercialización de seguros sobre deuda soberana emitida por estos países.
Los grandes países latinos se encontrarán así forzados a luchar contra los especuladores financieros en un campo más propicio para ellos. Si antes la batalla parecía limitada a las divisas, ahora se abre toda una vía de acoso y derribo inédita hasta ahora en la región.
Para algunos observadores, resulta cuando menos chocante que, mientras los países desarrollados llevan a los foros del G20 proyecto para controlar la negociación en derivados, la realidad demuestre que la aparición de estos productos no hace más que crecer. A pesar de que esté plenamente demostrado que existe una relación directa entre estos fuegos de artificio financieros y la crisis económica que ha devastado el planeta.