El embajador de EEUU en China, Gary Locke, ha instado a Pekín a que permita una revalorización del yuan para poder combatir así la creciente inflación que se registra en el país, actual segunda potencia económica del mundo. Desde Washington llevan muchos meses intentando que las autoridades del gigante asiático dejen de proteger a su moneda, ya que esta actitud perjudica al sector exportador de otros países (el estadounidense entre ellos).
«Casi todos los economistas creen que el yuan se mantiene sustancialmente devaluado en relación a otras divisas», declaró Locke en un discurso pronunciado en China. «Con una reducción de la inflación se reducirá el precio de los bienes y servicios que llegan a China, permitiendo a los consumidores locales gastar más», argumentó el diplomático.
Locke reconoció que una China próspera es «crítica» para la creación de puestos de trabajo en EEUU, en donde el desempleo sigue siendo una de las grandes preocupaciones de la Casa Blanca. El gigante asiático es uno de los principales socios comerciales de Washington, además de su mayor acreedor en materia de deuda soberana.
El embajador estadounidense concluyó su intervención criticando las interferencias del Gobierno chino en el mundo empresarial.
