The Economist no deja de sorprender a sus lectores. En el editorial de su próximo número, que aparecerá mañana en los kioskos británicos, la biblia del neoliberalismo económico, exige a Angela Merkel que acepté los eurobonos, abandone el populismo y diga la verdad a los alemanes para que sepan cuáles son las consecuencias reales que tendría en el país teutón y en el mundo una eventual desaparición del euro.
Además reclama a la canciller que abandone rápidamente su actual patrocinio de los ajustes y los recortes y, en cambio, impulse una política que propicie el crecimiento en Europa. En opinión de los expertos de esta revista, las decisiones de Merkel han puesto en riesgo la liquidez de España e Italia, dos países sin ningún problema de solvencia.
La revista, cuyos editorialistas dejan claro que no les gusta tener que decir lo que dicen, abogan porque los países de la Eurozona integren sus políticas económicas y cedan parte de su soberanía. También por una completa reestructuración de la deuda de los países insolventes, soportada por la financiación ilimitada de los que tienen capacidad de endeudarse más barato y un reflotamiento del sistema financiero que incluya nacionalizaciones de bancos si hiciera falta.
