Las cifras de la gran trampa de dólares en la que se ha visto sumergida en los dos últimos meses empiezan a darse a conocer. Según un informe de JP Morgan en agosto, los fondos de EEUU prestaron a las entidades galas 161.000 millones de dólares a corto plazo, cuya refinanciación debe decidirse ya. Este es uno de los asuntos que los ministros de Finanzas de la Eurozona, debatirán con el secretario del Tesoro Timn Geithner en el Ecofin informal del viernes.
Esa cifra supone una caída del 39% sobre la cantidad que sumaban los créditos a corto plazo que los fondos de EEUU renovaron a la gran banca francesa. Pero aún es muy elevada. La incertidumbre proviene del hecho de que, en ese mismo mes, los fondos reclamaron el pago de 50.000 millones de dólares en créditos vencidos que optaron por no renovar. Y el abono estaría pendiente, según algunos bloggers especializados de Wall Street, aunque no podría tardar mucho en producirse sin incumplir los contratos.
En parte, según opinan muchos expertos, las sorprendentes declaraciones realizadas por Christine Lagarde, la nueva directora generente del FMI hace unos días, en las que aconsejaba a los gobiernos europeos que recapitalizarán sus bancos con 200.000 millones de euros tendrían su raíz en estos problemas acuciantes de liquidez, más que en el posible colapso griego.
Sin embargo, la mano tendida por Obama a Europa habría empezado a dar fruto. Al parecer, los responsables del Tesoro de EEUU habrían mantenido reuniones con algunas grandes gestoras de fondos para pedirles que mantengan por ahora su política anterior de refinanciación de los créditos. Hoy el New York Times informaba de que algunos grandes monstruos del sector de los fondos de EEUU como Fidelity se habían comprometido a mantener su apuesta por los bancos europeos, al menos durante un tiempo prudencial.
