El presidente de EEUU, Barack Obama, lo tiene claro. Si la Unión Europea (UE) no es capaz de resolver el problema que supone para el euro la presión que ejercen los mercados sobre España e Italia, el mundo estará mucho más lejos de salir de la actual crisis económica. Más aún. Todo empeorará.
El actual inquilino de la Casa Blanca ha hecho estas declaraciones en una reunión mantenida en Washington con representantes de medios de comunicación hispanos a quienes ha explicado también que es urgente que la UE consolide sus incipientes intentos de consolidación fiscal. Según él, la falta de una voz económica única en el Viejo Continente complica la búsqueda de estrategias globales para salir de la crisis.
Obama está convencido de que sólo si los mercados son conscientes de que los países europeos con superávit apoyarán a aquellos que se encuentran en dificultades incondicionalmente, el euro podrá sobrevivir. Según él, ese es el verdadero problema al que se enfrenta la UE, a pesar de que a corto plazo, la posible quiebra de Grecia se perciba como el peligro más acuciante.