Durante la cumbre del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), los ministros de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schaeuble, y Francia, Christine Lagarde, confirmaron que en marzo se anunciarían las medidas para defender toda la zona del euro.
Según Schaeuble, estas medidas serán suficientes para prevenir otra situación como la de Grecia dentro de la moneda única. Además, el ministro aseguró que permitirán encarar las consecuencias de 18 meses de crisis que ha dejado tras de sí dos rescates financieros (el de la propia Grecia, ocurrido el pasado mes de mayo, y el de Irlanda).
En los últimos meses buena parte del entramado financiero europeo, así como diversas personalidades de la talla de Jean-Claude Juncker, presidente del BCE, han criticado la postura nacionalista de Alemania de no querer asumir parte de la deuda de los países en dificultades.
Por su parte, Lagarde aseguró que ambos países han aprendido de los errores cometidos en 2005, cuando tanto Berlín como París bloquearon las intenciones de la Comisión Europea de multarles por exceder el límite del déficit público, establecido para todos los países de la zona del euro en un 3% del PIB.
Los grandes banqueros también se reunieron en Davos para mantener un encuentro centrado en la crisis de deuda de Europa. Bob Diamond, el consejero delegado de Barclays y uno de los asistentes, aseguró que «el gran miedo es que la zona del euro no trabaje de forma conjunta, y ese temor ya está fuera de la mesa», aunque también comentó que el problema de esta región se había convertido en «crónico», según recoge Dow Jones.
Los grandes banqueros –entre los que se encontraban, además de Diamond, directivos del HSBC como Stuart Gulliver, del Banco Santander como Ana Botín y Josef Ackermann representando al Deutsche Bank, entre otros- se mostraron de acuerdo en que los países de la zona del euro deben adoptar una aproximación realista y cautelosa a esta crisis.