Las necesidades de liquidez aprietanlas y las cajas continúan renovando su oferta de depósitos. Sin embargo, las advertencias del Banco de España y la caída del negocio hacen que las ofertas sean menos agresivas, por lo que las entidades intentan agudizar su ingenio para atraer a la clientela. La remuneración en especie o la vinculación del depósito a un valor bursátil son algunas de las estrategias adoptadas.
Aún se pueden encontrar en el mercado ofertas de hasta el 5% de interés cuando las Letras del Tesoro a un año rondan el 3,5%, pero el atractivo de los nuevos productos se aleja ya de estas altas rentabilidades. Banca Cívica, por ejemplo, comercializa en toda su red una nueva emisión de su Depósito Campeón, un estructurado que combina una inversión a interés fijo con una remuneración variable basada en el principal índice de la Bolsa española.
Otro ejemplo es el de Caja Murcia, que ha comenzado a comercializar el Depósito Superplazo Cubertería Benetton, que puede ser contratado por una inversión desde un mínimo de 4.000 euros, a 24 meses (TAE del 1,36 %). Se trata de un producto con remuneración en especie que se encontrará en vigencia hasta el 30 de junio de 2011.
La guerra del pasivo ha salido muy cara y mantenerla es complicado: La liquidez escasea, el negocio se resiente y las provisiones tendrán que aumentarse aún más. Además, el organismo dirigido por Miguel Ángel Fernández Ordóñez ya ha tomado cartas en el asunto para atajar una guerra (la de los depósitos), que podría acelerar el hundimiento de las entidades que ofrecen altos tipos de interés.
El supervisor vigila que las cajas que han recibido ayudas públicas del FROB no sigan en la vanguardia de la remuneración de los depósitos, sacrificando aún más sus maltrechos márgenes. Aun así, Catalunya Caixa (que recibió ayudas por 1.250 millones de euros) todavía ofrece uno de los depósitos más competitivos, del 4,5% a un año, con vinculación.
Las agencias de calificación también han comenzado a elegir bando. Moddy’s ve positivo que haya una recapitalización de las cajas, tal y como confirmó el vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, el pasado viernes, durante el Consejo de Ministros.
La agencia aplaude la decisión para disipar las dudas tanto sobre las cajas (ya que puede ayudar a mejorar su opinión acerca del rating), como sobre las necesidades financieras del Estado. Según sus cálculos, las entidades requerirían una inyección de entre 17.000 y 89.000 millones de euros para alcanzar una solvencia, medida en términos de Tier 1 (capital, reservas y acciones preferentes) del 8%, cuando en los test de estrés se exigió un 6%.