La reforma que el Gobierno quiere impulsar en la Ley del Registro Civil, con la que se pretende poner fin a la primacía del apellido paterno, se ha convertido, quién lo iba a decir, en una de las noticias de la jornada. El País acusa a la derecha de que así sea, dada de la polémica que ha suscitado el asunto y denuncia que tanto el PP como la “derecha ultra” han hecho de esta cuestión una bandera “contra los planes de igualdad” del Ejecutivo. Mientras que Público, en la misma línea, incluye la ofensiva de los populares por los apellidos entre los asuntos que han provocado que el PP se ‘líe’ en materia social, además del aborto y de los matrimonios homosexuales.
La prensa conservadora, sin embargo, se lanza al cuello de Zapatero a cuenta de dicho proyecto de ley y tanto La Razón como El Mundo se ponen en plan gracioso con la bromita de hacer notar que de aplicarse la nueva norma el apellido Zapatero tendría más peligro de desparecer que el de Aznar. Ya más en serio, para El Mundo es “una ocurrencia gubernamental que no responde a ninguna demanda social ni a ninguna necesidad” y añade que “siendo mal pensados, podría pensarse que la intención del Ejecutivo es distraer la atención con una idea peregrina de los graves problemas económicos y sociales de España”. En parecidos términos se expresa La Razón, que lo considera un “pasatiempo baladí y ridículo” en un país con cuatro millones de parados, y Abc para quien “de nuevo el Gobierno da un pésima lección al legislar sobre asuntos irrelevantes” aunque cabe preguntarse ¿si es tan poco importante por qué montan tanta escandalera?
Acabamos con lo que importa: la economía. El País analiza las “políticas encontradas” del BCE y la Reserva Federal y denuncia que frente a “la tibieza” de Trichet, la Fed ha hecho lo que debía con las inyecciones excepcionales de liquidez para comprar bonos públicos que ha anunciado, ya que aunque esta medida puede dar pocos frutos y tener efectos secundarios adversos el diario cree que es peor la “inacción” europea.
