Tras la huelga general, Zapatero tiene un nuevo reto. El presidente del Gobierno tiene que conseguir minimizar las críticas al aumento de la edad de jubilación para sacar una reforma del sistema de pensiones aconsejada por Europa. Para ello, el Ejecutivo ha propuesto a los grupos parlamentarios el aumento en cinco años del periodo para calcular las pensiones, de los 15 años actuales hasta los 20.
La oposición a que los trabajadores tengan que esperar dos años más para poder disfrutar de su jubilación ha unido a todos los partidos de la Cámara baja, desde IU hasta el PP, pasando por los nacionalistas. Para limar estas asperezas y poder llegar a un acuerdo, el PSOE ha propuesto un punto de partida en la reunión celebrada hoy de la Comisión de Seguimiento del Pacto de Toledo. Aquí, la diputada del PSOE Isabel López i Chamosa ha trasladado la oferta de pasar de 15 a 20 el periodo de cálculo de las pensiones.
“Yo creo que ese es uno de los consensos más generales que hay, porque se haría muy poco a poco y muy paulatinamente y no se perjudicaría excesivamente a nadie”, ha asegurado. Con esta propuesta, Zapatero busca dejar atada una reforma con la tranquilizar tanto Europa como a los mercados financieros y evitar así cualquier posible consecuencia económica, como un nuevo tirón de orejas de Bruselas.
La oferta del Gobierno ha sido recibida con precaución por los grupos, aunque todos han mostrado su disponibilidad a negociar. Así, el portavoz de CiU en la Comisión de Seguimiento del Pacto de Toledo, Carles Campuzano, ha destacado que los nacionalistas están abiertos a hablar “con tranquilidad” ya que “quedan muchas cosas por hacer”. Igual predisposición ha mostrado el diputado del PP Tomás Burgos.