Los bancos alemanes han salido hoy en bloque para advertir sobre los peligros que encerraría una eventual publicación de las pruebas de solvencia de las entidades europeas, una propuesta que fue lanzada por el Banco de España (BdE) esta semana sin previo aviso. Portavoces de las principales instituciones del país centroeuropeo han advertido de que sería “contraproducente”.
La actitud de las entidades germanas levanta sospechas. Si un banco es solvente, no debería entrañar ningún riesgo excesivo abrir sus números al público. Por ello la decisión anunciada por el BdE de compartir las ‘tripas’ del entramado financiero español con todo el que quiera asomarse ha forzado a los demás miembros de la Unión Europea a reflexionar sobre la situación y tomar decisiones nacionales. Y eso es lo que hicieron ayer en la reunión que mantuvieron los jefes de Estado de la UE en Bruselas.
En este encuentro todos los mandatarios se mostraron de acuerdo con la iniciativa del BdE. Incluida Angela Merkel, cuya posición pocos se atrevían a adivinar, dado que durante los últimos meses ha protegido celosamente a las entidades germanas, concediendo beneficios fiscales a el Deutsche Bank e interviniendo superficialmente en la crisis griega sólo cuando se conoció la exposición de las entidades alemanas a la deuda pública del país mediterráneo.
Sin embargo, Merkel puso sus condiciones sobre la mesa como, por otra parte, era de esperar: la publicación de los datos tendría lugar como pronto en julio, tras la próxima reunión del Ecofin -que según fuentes del la UE consultadas por EL BOLETIN tendrá lugar el próximo 13 de julio-, y si en dicha reunión se aprueba la propuesta, sólo se harán públicas las cuentas de las 25 mayores entidades del continente. Las intenciones de la canciller alemana chocan con la decisión tomada por el BdE, que confirmó la publicación de las cuentas de solvencia de todas las entidades españolas.
Una apuesta a la que ya se ha unido Francia, y que cuenta con el apoyo de varios consejeros del BCE, como el italiano Lorenzo Bini Smagui. Todos alegan que “una mayor transparencia” frenará la especulación tan condenada últimamente. El movimiento de Merkel, en cualquier caso, evitará a los países de la UE tener que acudir al G-20 con estas cuentas.
El movimiento de la canciller alemana de retrasar la probable -pero aún no segura- publicación de estos datos evitará a los países de la UE tener que acudir al G-20 con las cuentas en la mano, tal y como pretende el máximo responsable de política monetaria de EEUU, Timothy Geithner. Geithner, que se reunió hace unas semanas en Berlín con el ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schauble, ha repetido en varias ocasiones la necesidad que tiene la UE de publicar estos datos.