Los recortes de gasto público generan malestar en el partido de Angela Merkel

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Los recortes de gasto público generan malestar en el partido de Angela Merkel

La canciller alemana no gana para disgustos. Si hace unas semanas la población alemana, alentada por la oposición, castigó a los democristianos (CDU) en las elecciones regionales celebradas en Renania del Norte- Westfalia por la ayuda a Grecia, ahora Merkel se encuentra con problemas dentro de sus propias filas. La polémica ha surgido tras la aprobación de las medidas de ahorro. Según notables miembros de la CDU, este plan no ‘molesta’ a las rentas más altas, además de no cumplir los requisitos impuestos por los expertos.

El portavoz del desencanto democristiano ha sido Norbert Lammert, portavoz de la CDU en la Cámara baja. Según Lammert, “como un síntoma de unidad social, yo habría deseado que las rentas altas aporten su contribución al plan de ahorro”.

En cualquier caso, lo que dice Lammert no es ninguna novedad. A Merkel se le llevan exigiendo medidas especiales contra los ricos desde hace algún tiempo, pero estas iniciativas, hasta el momento, siempre han sido bloqueadas. Es entonces cuando todos los dedos señalan a los liberales de Guido Westerwelle, el partido que otorgó el poder a Merkel al asumir la coalición entre su partido y la CDU.

De momento la canciller germana ha ido capeando el temporal de aquella manera. Pero tras anunciar que Alemania ahorrará 80.000 millones de euros hasta el 2014 con los funcionarios como principales damnificados, el malestar ha saltado a la luz pública. El enfado de algunos democristianos, en cualquier caso, no va destinado al plan de ahorro, que muchos han calificado como “un ejemplo para el resto de Europa”, si no contra la impunidad de la que gozarán, una vez más, las rentas más altas.
Varios políticos socialdemócratas -el gran partido de izquierdas alemán- se han unido a las voces discordantes que surgen de la CDU. También los sindicatos han apoyado estas protestas.
Francia.

El plan de ahorro alemán puede servir para impulsar el de Francia, una de las pocas potencias europeas que aún no ha tomado medidas de ajuste. Sin embargo, las autoridades galas se estarían planteando qué decisiones tomar al respecto debido a la precaria situación de sus compañías. Según confirmaron varios expertos a EL BOLETÍN, las empresas que cotizan en la Bolsa francesa pierden su atractivo a grandes pasos. Esto se debe, principalmente, a la inestabilidad de los mercados bursátiles y, también, a la precaria expansión en los mercados emergentes. Además, según las fuentes consultadas, “los franceses tienen un gran problema con sus pensiones, y deben llevar a cabo reformas en este sentido”.

Los problemas de Angela Merkel no sólo los tiene en casa. Durante los últimos meses Alemania ha sido el país más criticado del continente europeo por actuar en su propio beneficio -y por cuenta propia- sin tener en cuenta las consecuencias internacionales de sus acciones. El último caso fueron las prohibiciones de operaciones a corto, anunciadas por Merkel sin previo aviso. No obstante, según ha confirmado fuentes del Gobierno español a EL BOLETÍN, esta medida “será discutida en el G-20 para aplicarla de forma global, a pesar de la oposición de los BRIC”.

Los problemas de Angela Merkel no sólo los tiene en casa. Durante los últimos meses Alemania ha sido el país más criticado del continente europeo por actuar en su propio beneficio -y por cuenta propia- sin tener en cuenta las consecuencias internacionales de sus acciones. El último caso fueron las prohibiciones de operaciones a corto, anunciadas por Merkel sin previo aviso. No obstante, según ha confirmado fuentes del Gobierno español a EL BOLETÍN, esta medida “será discutida en el G-20 para aplicarla de forma global, a pesar de la oposición de los BRIC”.

Mientras Europa atraviesa su momento más crítico en décadas, EEUU trata de, una vez más, imponer algunos criterios en el Viejo Continente. Hace unas semanas Timothy Geithner, el principal responsable económico de Barack Obama, visitó Alemania y señaló la necesidad de llevar a cabo una reforma en el sistema bancario europeo que se asemeje a la que trata de sacar adelante Obama al otro lado del Atlántico. El próximo 26 de junio se reunirá el G-20 en Toronto, y este será uno de los temas a tratar, aunque haya países como Japón o Australia contrarios a esta propuesta.

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