Oleada de recortes de gasto público en la Unión Europea

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Oleada de recortes de gasto público en la Unión Europea

Alemania ha anunciado medidas hoy. Hungría lo hará mañana y el Reino Unido próximamente. Todos los planes parecen contar con un denominador y un objetivo común. El denominador: ahorrar a costa de los funcionarios. El objetivo: reducir el déficit público. La canciller de Alemania, Angela Merkel, ha anunciado este mediodía un plan de ahorro de 80.000 millones de euros -en proporción el plan de ajuste alemán es 2,24 veces más fuerte que el español-, que tiene como principal objetivo a los funcionarios.

Las medidas, que tienen prevista una duración de cuatro años, tratarán de recortar en 15.000 los puestos de trabajo de la administración pública y congelará las subidas salariales, así como la paga de Navidad de 2011. En conjunto, Alemania quiere reconducir el déficit que a finales de 2009 llegó al 5% del PIB.

Las ayudas sociales se llevan la peor parte, desde las ayudas a la natalidad, en las que se ahorrarán 500 millones anuales, a la protección por desempleo, donde se ahorrarán 2.000 millones, pasando por la supresión de las subvenciones al alquiler. También el presupuesto de Defensa se verá muy afectado. Sólo esquiva el recorte la educación.

Alemania cerró 2009 con uno de los déficits más bajos de la Unión Europea (3,3%), pero la incorporación de las políticas de estímulo en 2010 llevará esta cifra hasta el 5% a final de año. En 2013 espera volver a cumplir el límite del 3%. Los países europeos están anunciando estos días medidas adicionales de recorte del gasto ante el recrudecimiento de la crisis de deuda en Europa.

Además la eliminación de subvenciones podría afectar a la automovilística Opel, filial de General Motors, que espera una inyección de 1.100 millones de euros de los que depende su continuidad. De hecho, las ayudas ya han sido retrasadas en repetidas ocasiones, debido a la oposición que generan en parte de la sociedad germana.
Una comisión que examina el pedido de ayuda debía haberse reunido el pasado viernes para considerar el asunto. La portavoz del Ministerio de Economía, Beatrix Brodkorb, dijo que el encuentro será aplazado hasta esta semana.

Mientras, las autoridades de Hungría han anunciado que harán lo propio mañana, y aunque se desconocen los detalles, todo parece indicar que, en este caso, también los funcionarios serán los más castigados. Hungría se ha visto forzada a tratar de recuperar la confianza de los inversores tras anunciar el pasado viernes estar en una situación similar a la de Grecia.

Por lo que se ha podido saber hasta ahora, la prioridad de este plan será la reducción del déficit público este año hasta situarlo en un 3,8% del PIB del país (actualmente se encuentra en un 4,5%). Tampoco se descarta simplificar el sistema tributario a partir de enero de 2011. Los principales damnificados serán, probablemente, los funcionarios del país, un recurso que ya están utilizando otros países.

Aunque Hungría no pertenezca a la Unión Europea, una posible quiebra de sus finanzas sería fatal para los países miembros. Esto se debe, principalmente, a la exposición que mantienen los bancos alemanes y austriacos a la deuda soberana húngara. Sin embargo, no sólo éstos van a tener problemas. Otro país que se la juega es Italia, cuyos bancos poseen más de 25.000 millones en productos financieros húngaros. Pero sobre todo Unicredit, propietario de Bank of Austria, el cuarto del país por activos.

La exposición de la banca española a Hungría es mínima: sólo un 0,9% del total. Sin embargo, una importante entidad española, La Caixa si aparece con una posible mayor exposición al contar con un 10% del capital de Erste Bank, el mayor banco de Austria. Fuentes de la caja catalana, consultadas por este diario, han asegurado que “Hungría es uno de los países donde está presente Erste Bank pero su peso en el negocio del banco corresponde a menos del 1% (es una presencia mínima)”.

Sin embargo, si la epidemia húngara se contagia al resto de Europa del Este, como estuvo a punto de suceder hace medio año, la situación de la banca austriaca se complicaría mucho. Según The Economist Intelligence Unit, el 40% de los beneficios de los bancos austríacos están ligados a Europa del Este.

Finalmente, David Cameron, primer ministro británico, ha denunciado en Londres que su predecesor, el laborista Gordon Brown, mintió sobre el estado de la deuda británica. Sin abandonar el famoso ‘humor inglés’, Cameron dijo que “no le extrañaba” que se hubiesen ocultado los intereses que el país deberá pagar a los inversores, dado su volúmen. Según los propios cálculos del anterior Ejecutivo, los gastos de la deuda ascenderán a 70.000 millones de libras (unos 84.700 millones de euros).

En un discurso centrado en la necesidad de reducir el déficit público, Cameron apuntó que esta es “una cantidad asombrosa”. “No me extraña que el anterior Gobierno rehusara publicar la información”, aseguró en tono irónico. Para hacer el ejemplo más simple para la población, Cameron destacó que esta cantidad supone también que de cada libra de impuestos que paga un ciudadano británico, diez centavos se dedicarán a hacer frente a estos intereses. Por otra parte, el primer ministro británico reconoció que el problema de la economía del Reino Unido es “peor” de lo que pensaba y que las consecuencias del mismo son “más críticas” de lo que se temía.

En cualquier caso, el Gobierno que lidera Cameron en coalición con los liberales de Nick Clegg ya informó de algunas medidas de austeridad que impondrá en el país. Según afirmó el ministro de economía, George Osborne, se ha acordado un recorte de 6.250 millones de libras para el año fiscal en curso. Unos 500 millones de esta cifra irán destinados, además, a nuevas medidas para mejorar el potencial de crecimiento a largo plazo del país.

La fuerza con la que Cameron enfrenta las medidas de ahorro puede haberse visto mermada por el escándalo protagonizado por el “número dos” del Ministerio de Finanzas, el liberal David Laws, que hace unos días dimitió tras confesar que cobró dinero -unas 40.000 libras- indebidamente en concepto de dietas y que mintió al Parlamento el año pasado.

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