El PP, en lugar de entonar el ‘mea culpa’ por el coste electoral que le supone el ‘caso Gürtel’, según refleja el último barómetro del CIS hecho público ayer, ha decidido ‘matar al mensajero’ y recurrir a las manidas acusaciones de que la institución pública cocina las encuestas.
La portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, adelantó hoy que pedirá la comparecencia de la directora del Centro de Investigaciones Sociológicas, Belén Barreiro, para que explique cómo hace los barómetros, ya que los populares tienen sus dudas sobre los resultados, que señalan que el PSOE ha recortado su distancia del PP en 2,5 puntos.
Sáenz de Santamaría hizo hincapié en dos detalles del sondeo: El primero, que la mayoría de los encuestados son votantes del PSOE; el segundo, que los días de realización fueron posteriores al levantamiento del sumario del ‘caso Gürtel’ y a la imputación de Jaume Matas.
Los medios cercanos al PP avalan estas críticas, excepto El Mundo que insta a hacer examen de conciencia. El diario que dirige Pedro J. Ramírez cree la encuesta un “serio toque de atención” y advierte que avala el hecho de que la corrupción afecta a la intención de voto, “en contra de lo que viene siendo la tesis oficial”. Del lado de Génova se sitúa La Razón, que titula “Un CIS cocinado para engordar al PSOE”. Abc no editorializa, pero sí apunta en su titular que ‘“El ‘caso Gürtel’ pasa factura al PP”.
En los medios digitales, El Confidencial señala que el PP no saca rédito de la crisis económica, mientras que elsemanaldigital.com avala la tesis de ‘la cocina’ y habla de datos “sospechosos y sesgados”.
