Wall Street finalmente se rinde a las dudas. La incertidumbre sobre las ayudas a Grecia y el anuncio del Tesoro en el que asegura que ha puesto a la venta su participación en Citigroup pesan en el parqué. Los resultados empresariales, entre ellos los de Caterpilar y Whirlpool, que en un primer momento amortiguaron los números rojos pasan a un segundo plano.
En plano empresarial, los bancos vuelven a la palestra. En primer lugar, Citigroup sufre las presiones bajistas al ceder un 2,7% después de que el Tesoro haya anunciado que ha iniciado la venta de sus acciones en la entidad, que asciende al 27%, o lo que es lo mismo 7.700 millones de títulos.
Goldman Sachs se posiciona una vez más en el foco de atención. Este fin de semana se ha conocido que los ejecutivos del banco presumían a finales de 2007 de estar haciendo mucho dinero invirtiendo a favor del desplome del mercado inmobiliario, según los correos electrónicos que intercambiaron entonces y que fueron hechos públicos por el subcomité permanente de investigaciones del Senado. Los títulos de Goldman se dejan en torno a un 2%.
Los resultados empresariales también retoman la actividad de la mano de Caterpilar y Whirlpool. La compañía de maquinaria que sube un 4,4% ha anunciado que ganó 50 centavos de dólares por acción en el primer trimestre del año frente a los 39 centavos que esperaban los analistas consultados por Bloomberg. Los ingresos alcanzaron los 8.200 millones de dólares.
